La obra del segundo instituto de La Corredoria llega al ecuador y terminará en febrero de 2025

El avance de las obras, que cumplen estos días su primer aniversario, es ya evidente. Los operarios de la UTE La Corredoria –formada por las empresas Taller de Urbanismo e Ingeniería y Ogensa y Esfer–, levantan ya la estructura, dando paso a la colocación de la fachada y al inicio de los trabajos interiores. Los últimos datos proporcionados –a inicios de febrero– por la Consejería de Educación, en manos de Lydia Espina, apuntaban a que la ejecución «avanzaba a buen ritmo», alcanzando el 27% de un contrato con un plazo de veinticuatro meses.

Se trata de la mayor inversión educativa puesta en marcha por el Principado en la pasada legislatura, con 17,28 millones de euros. El equipamiento albergará dieciséis aulas para ESO y ocho para Bachillerato. Tendrá una linea cuatro en ambos niveles –es decir, cuatro clases por curso–. Esto supondrá más que un alivio para el único IES del barrio más populoso de Oviedo, ya que en la actualidad se encuentra por encima de su capacidad. Se construyó con una capacidad de cuatrocientas personas y se amplió al poco tiempo en doscientas plazas más; ahora, cada día, acoge a más de un millar de alumnos.

Una situación que obligó hace tres cursos a instalar siete barracones en el patio. Allí permanecerán hasta 2025, aunque la AMPA aún no tiene muy claro cómo se hará el traslado de los alumnos: «A día de hoy, no tenemos ningún tipo de información de cómo se va a llevar a los alumnos al nuevo centro; por el momento, seguimos con los mismos problemas de convivencia, amontonamiento de niños y con profesores con cargas de trabajo tan grandes como si estuviesen en dos instituto», expone su presidente, Marco González.

Lo único de lo que tienen conocimiento es del avance de las obras porque las observan a pie de calle: «Vemos que están trabajando, pero hay que recordar que tenemos siete barracones y se están amoldando las clases para poder tener biblioteca. También estamos sin cafetería y desde el centro están haciendo lo humanamente posible para sacar adelante un centro que por segundo curso consecutivo tiene más de mil alumnos», indica.

Por todas estas razones, las familias están deseando ver a sus hijos entrar en este centro, cuyos accesos principales se establecerán por la calle Media Legua. Nada más entrar habrá un aparcamiento para veintiún vehículos y puntos de recarga para coches eléctricos. Constará también de polideportivo, zona administrativa y cuatro 'superaulas' conectadas entre sí con paneles móviles.

En sus alrededores habrá zonas verdes donde se plantarán árboles autóctonos, viales así como dársenas de autobuses. También tendrá una plaza interior con un 'video wall' y un salón de actos con capacidad para 170 personas.