«Tengo la obligación de devolver a Oviedo todo lo que me ha dado, va en mi corazón»

Casanueva, empresario y filántropo, patrocinador del Real Oviedo en los últimos años y miembro del patronato de la Fundación Princesa de Asturias y de la Fundación Archivo de Indianos, entre otros títulos, dedicó unas sentidas palabras: «Oviedo siempre ha estado muy cerca de mí y la llevo en mi corazón, y tengo la obligación moral de devolverle lo mucho que me ha dado», sentenció.

En apenas diez minutos de discurso, el empresario y filántropo tuvo tiempo para relatar la historia de sus dos abuelos, uno de Huexes y otro de Tazones, que emigraron a Cuba en el último tercio del XIX, hasta que los escarceos de la independencia los llevaron a Veracruz. Uno se dedicaba al cultivo de tabaco; el otro, a la maderería. Más tarde, su padre acabaría estudiando en la capital asturiana y aquello de amar el Paraíso se convirtió en toda una tradición familiar. «He venido infinidad de veces a Oviedo con toda mi familia: hijos, nietos, e igual que conmigo hicieron mis abuelos, a todos les he transmitido ese cariño». «Gracias a la madre Asturias y a esta bendita ciudad de Oviedo por acordarse de mí», celebró el también creador del premio Ana Casanueva.

De entregarle 'virtualmente' la escultura conmemorativa del 'Ovetense del Año' 2019 se encargó el alcalde, Alfredo Canteli, también premiado en el año 2010. «Sé el sentimiento que tiene para uno que no nació en Oviedo que te reconozcan 'Ovetense del Año', y Carlos se lo merece más que nadie», aseguró. «Es una pena que no se pueda celebrar como otros años con una gran cena, pero el caso es que las cosas no se vayan cayendo».

Tras esto, el primer edil se encargó de oficiar la entrega de las insignias de plata del 'Ovetense del Año' a cada uno de los galardonados. Aunque faltaron nombres como el exalcalde Gabino de Lorenzo o Francisco Álvarez Cascos, la recibieron puntuales Ramiro Fernández, Pablo Junceda, Graciano García o Matías Inciarte, y otros, como Jacobo Cosmen, en nombre de su padre fallecido. «No me olvido de los que ya no encuentran entre nosotros», clamó Canteli, como «José Cosmen, José Vélez o Carmen Herrero, que los quería mucho y hoy merecen todo nuestro recuerdo», concluyó.