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ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Martes, 13 de julio 2021, 00:14
Uno de las debates más intensos de los últimos meses gira entorno al cambio del modelo festivo de la ciudad, con el empeño del actual alcalde, Alfredo Canteli, en eliminar los chiringuitos tradicionales por un propuesta casi íntegramente hostelera. Ya casi lo han conseguido. El ... pasado viernes, la junta de gobierno local aprobó las bases de adjudicación para las 40 nuevas casetas que se repartirán entre las plazas de El Antiguo y el parque del Truébano. Del total, 36 se las disputarán los hosteleros de la ciudad en libre concurrencia y las otras 4 -en la plaza de la Catedral- se dividirán entre las entidades sociales, deportivas y hasta religiosas que hasta la fecha lideraban el apartado más concurrido de los festejos a golpe de mojito y bocata de calamares. No obstante, el futuro de ese nuevo modelo se decidirá ahora en los tribunales. El Grupo Municipal Socialista impugnará el acuerdo de la semana pasada a través de un recurso por la vía de lo Contencioso-Administrativo. Entienden que la decisión infringe la normativa vigente y no respeta los derechos de los chiringuitos históricos en su estatus de fundacionales del modelo festivo de San Mateo hace ya casi cuatro décadas.
Así lo anticipó ayer el portavoz de los socialistas ovetenses, Wenceslao López, durante una rueda de prensa en el salón de Plenos. «El gobierno de este Ayuntamiento ha decidido poner en marcha la maquinaria para acabar con San Mateo de forma definitiva tal y como lo conocemos, unas fiestas abiertas, plurales y participativas, y entregárselas a Otea. Ese es el mandato que recibieron cuando tomaron posesión del gobierno hace dos años tras su primera reunión con (José Luis Álvarez) Almeida (presidente de la patronal hostelera), y en eso están», sentenció. Lo hizo, tras asegurar que «ya hemos dado por cerrada la vía política para resolver el problema» y empezado, pues, con la legal. «Lamentablemente tenemos que abrir la vía judicial ante la fobia y el sectarismo de este gobierno que no tiene en cuenta los intereses y gustos de los vecinos, sino solo los suyos particulares y de sus 'lobbies' de poder», denunció López.
En ese sentido, criticó que «hoy la hostelería quiere imponer su monopolio», y determinó que «eso es improcedente». Además, y después de asemejar las maneras del equipo de gobierno con las de «La Cosa Nostra (mafia siciliana)», enumeró las «ilegalidades» que agruparán en la demanda. «Hay unas bases para la adjudicación de 40 casetas, 36 para la hostelería y 4 sociales, y han desaparecido del mapa los 11 chiringuitos que estaban ya adjudicados y que no había que volver a adjudicar porque tenían derechos adquiridos por ser fundacionales de las fiestas». Esa «expulsión», aseveró, «es el principal indicio de ilegalidad». La segunda «grave irregularidad», haberlo sacado adelante «a través de un procedimiento normativo que no les permite hacerlo». Es decir, enfatizó, «incumpliendo requisitos legales para hacer una chapuza».
Al mismo tiempo, el exalcalde señaló la existencia de jurisprudencia a su favor. Una que data de 2015, cuando la sala Tercera del Tribunal Supremo afirmó que las casetas «tradicionales» de la Feria de Abril de Sevilla ocupaban correctamente suelo público -siempre y cuando pagaran las tasas- por haber acumulado derechos a lo largo del tiempo. Preguntados por este asunto, desde el equipo de gobierno declinaron hacer cualquier tipo de valoración ayer.
Lo cierto es que en los últimos años, el Partido Popular ovetense ha sufrido en carne propia toda una serie de reveses judiciales por este mismo asunto, pero a la inversa. El PP ya llevó los chiringuitos históricos a los tribunales en 2016, cuando denunció los acuerdos de delegación en la SOF (Sociedad Ovetense de Festejos) para las ocupaciones de vías públicas. Eran tiempos en los que el mando de la entidad de fiestas aún recaía sobre el exconcejal Roberto Sánchez Ramos, 'Rivi', y del casi recién estrenado tripartido de izquierdas.
No lo consiguieron. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) falló en su contra. La segunda parte llegó en 2017 cuando impugnaron las bases de los puestos nuevos que se sortearon. El caso no se quedó ahí y llegó a las instancias más altas un año después; sin embargo, el alto tribunal inadmitió la demanda de los conservadores. Habían tratado de tumbar, incluso, los acuerdos adoptados por la Fundación Municipal de Cultura (FMC) para el concurso de adjudicación de las catorce casetas hosteleras de la primera edición del 'Gastromateo' del paseo del Bombé, de uso exclusivo para empresarios del sector en el Campo San Francisco.
La sangre también llegó al río en las filas de la formación morada. Desde Somos Oviedo, la concejala Ana Taboada denunció la «la deriva antidemocrática y autoritaria del bipartito» y recordó que «los chiringuitos históricos forman parte de las fiestas populares de San Mateo por una fuente de derecho, el consuetudinario (la costumbre)» del mismo modo que en «tradiciones populares indiscutibles» como las «'txoznas'» bilbaínas o las casetas de la Feria de Abril sevillana. Fue tajante al reclamar al gobierno que «evite quedar en ridículo delante de toda la ciudadanía y entre en razón»; y repitió la mayor, «quieren entregar la mayoría del suelo de Oviedo a la hostelería y a Otea».
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