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Nuevo intento. El juicio contra dos acusados de maltratar a un perro, un mestizo de pastor alemán de 5 años, que fue rescatado por la Policía y Bomberos de una nave tapiada en Almacenes Industriales en verano de 2019, está llamado a celebrarse hoy en el Juzgado de lo Penal 1 tras ser suspendido el pasado mes de noviembre por la incomparecencia del abogado del propietario del can y de su representado.
Cuando fue hallado, el can, rebautizado como 'Abel', sufría una herida profunda alrededor del hocico y otra en la pata. Había estado sin comer ni beber. Los agentes de la Policía Local lo trasladaron a la perrera, donde se presentó su dueño, un conocido indigente, que reconoció haber abandonado a su mascota porque en la habitación donde residía no podía tener animales. La Fiscalía le imputó un delito de maltrato animal, según informó entonces este diario.
El Ministerio Público, según informó, solicita también la condena de una amiga del dueño que permaneció al cuidado del can en su domicilio. Como el perro era ladrador, «el acusado le ató el hocico a una cuerda» y ella «lo mantuvo así, pese a que le impedía comer, circunstancia que era tolerada por el acusado», sostiene el escrito de Fiscalía. Pide para ambos ocho meses de cárcel.
En un momento dado, la chica informó al dueño del perro de que ya no podía acoger durante más tiempo al animal en su casa. «Tras decírselo en numerosas ocasiones, el dueño trasladó al perro a una nave industrial cerrada y tapiada, sin alimento ni bebida». Ambos acusados «sabían» el estado de abandono que sufría y «no le prestaron atención ni asistencia alguna», continúa el fiscal. Al mes siguiente, el 7 de julio de 2019, agentes de la Policía Local, avisados por varios vecinos de la zona, lo liberaron y lo trasladaron a la perrera.
Como consecuencia de la sujeción del hocico, presentaba «una herida perimetral perpendicular al eje de aquel que afectaba a piel y subcutáneo, así como otras heridas en la extremidad anterior derecha, de las que fue atendido en una clínica veterinaria».
La acusada, a las puertas de los juzgados el pasado mes de noviembre, aseguró que atendió al perro de su amigo, que no tenía domicilio fijo, y lo hizo por el propio can «porque soy muy protectora de los animales». Aseguró que 'Abel' se encontraba en unas condiciones penosas y que ella misma le quitó la cuerda.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito relativo a la protección de los animales domésticos en su modalidad de maltrato.
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