C. D. N.
OVIEDO.
Miércoles, 16 de febrero 2022, 03:49
Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida. Esta enfermedad es la primera causa de discapacidad adquirida en las personas adultas pero desde la Asociación de Ictus de Asturias (Asicas) reiteran que «el 90% de los casos de ictus ... se pueden prevenir». «El ictus está muy relacionado con la edad, uno de los principales factores de riesgo, pero también hay otros muchos factores que pueden propiciarlo», explicó María Jesús Rodríguez, perteneciente a la asociación.
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Estos factores van desde «no llevar una alimentación saludable, el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas hasta el sedentarismo». Y todos ellos, repitió Rodríguez, «son prevenibles». «También tener factores de riesgo como la hipertensión, diabetes o colesterol alto, o padecer algún tipo de arritmia cardiaca», añadió. Así, la asociación organizó ayer una charla en el centro social Ciudad Naranco, impartida por Sergio Calleja, coordinador de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Bajo el título 'Preguntas y respuestas sobre el ictus', Calleja trató de eliminar ciertas dudas a todo el que quisiera pasar por este centro para poner el foco en una enfermedad que provoca «una discapacidad multifactorial». Es decir, «además de afectar a las habilidades motoras, puede hacerlo también a habilidades visuales, lenguaje, emocionales...».
Rodríguez también quiso centrar la atención sobre todas estas afecciones, ya que «tienen una repercusión muy importante en la autonomía y el desempeño de la actividad diaria de las personas. Por ser tan discapacitante tiene también un impacto personal y familiar muy elevado, ya que ocasiona y genera necesidades de cuidado y atención y a menudo con alto coste emocional y económico en la familia».
Los contenidos de la conferencia de Calleja fueron encaminados a tratar las medidas preventivas, a explicar cuáles son los signos de alerta y a cómo actuar en caso de padecerlos.
En cuanto a los signos que podrían indicar que se sufre un ictus, «el más frecuente es la pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo, la cara, el brazo o la pierna que suele ir acompañada de pérdida de sensibilidad; dificultad para caminar, perdiendo el equilibrio y la coordinación; problemas para comunicarse o entender lo que le dicen», enumeró Calleja.
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Asicas nació en 2017, creado por familiares y afectados de esta enfermedad con el objetivo de llevar a cabo labores de asesoramiento, terapias rehabilitadoras, prevención, autonomía y inclusión social, o sensibilización. Estas charlas por varias localidades de la región se retomaron tras el parón provocado por la pandemia.
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