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cecilia pérez / r. agudín
Oviedo
Domingo, 7 de abril 2019, 08:24
Cuarenta y cinco minutos. Es el tiempo que estuvieron sin agua, ni presión suficiente, los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Oviedo desde que el 7 de abril de 2016, a las doce menos cinco del mediodía, se recibiese el ... aviso de que de la segunda planta del número 58 de la calle Uría salía una pequeña columna de humo que acabó desencadenando un foraz incendio que terminó con dos edificios colapsados, un bombero fallecido y otro herido. Unos «datos objetivos» confirmados por «nuevas grabaciones» aportadas por las cámaras de seguridad de Tráfico, instaladas en la confluencia de la calle Independencia con Fray Ceferino y que recogen una panorámica de Uría y Melquíades Álvarez; también por las registradas, a través del móvil, por los propios bomberos.
Unas imágenes que el representante legal de la propiedad del edificio número 25 de Melquíades Álvarez presentará junto a una reclamación judicial en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo dentro de dos semanas. José Manuel Fernández González quiere demostrar que ahora «sí hay pruebas objetivas» que señalan fehacientemente que ese día, durante la primera hora clave para haber atajado el fuego, no hubo agua: «Me interesa que salga a la luz la verdad porque en ese incendio perdió la vida el bombero Eloy Palacio y eso está por encima de cualquier compensación económica», insistió.
Las imágenes, visionadas por el letrado, recogen cómo a las 12.08 del mediodía del 7 de abril de 2016, trece minutos después de que la centralita de Rubín recibiese el aviso de que salía humo de un edificio de Uría, aparece el primer camión cisterna de los bomberos, con capacidad para 3.000 litros de agua, según relató el abogado de la propiedad de Melquíades Álvarez.
A menos potencia
Los efectivos enganchan a él tres líneas de agua; es decir, tres mangueras, capacitadas para lanzar 240 litros «a toda potencia» al minuto. «Una sola manguera agota al agua en doce minutos pero tres lo hace en cuatro minutos, por lo que no se podía utilizar todo el agua de la cuba a pleno rendimiento», argumentó el abogado. Había que regular y dosificar la cantidad utilizada para no gastar en cuatro minutos el agua del camión. Eso es lo que hicieron los bomberos; de ahí, que llamase la atención a todos los testigos de los primeros momentos del incendio la «escasez» y la poca presión con la que contaban las mangueras.
El problema se agravó con el ya conocido tema de los hidrantes. El día del incendio «no se usaron». O bien estaban inutilizados o bien no estaban señalizados, por lo que los efectivos no pudieron localizar su ubicación.
El siguiente camión cisterna llegó hasta la calle Melquíades Álvarez y «se puso a funcionar a las 12.55 horas, casi una hora después del primero», matizó Fernández, tras visionar las imágenes. Para ser exactos, cuarenta y cinco minutos después del primer camión. Entre ese medio tiempo los bomberos luchaban por conseguir más agua. La opción desesperada de los efectivos fue conectar las mangueras a las bocas de riego, con presión insuficiente para apagar un fuego de las características del que asoló el edificio de Uría y de Melquíades Álvarez.
Unos minutos clave que hubieran podido cambiar el final de la historia. «Si el Ayuntamiento dice a las doce del mediodía que ya es un incendio descontrolado, ¿cómo se puede pensar que con 3.000 litros de agua se puede apagar?», cuestionó el letrado para añadir a renglón seguido que «no se puede negar que faltó agua porque si no, no se hubiera bajado a por ella a Rubín, no se hubieran traído las cubas de los Bomberos del Principado y no se hubiera planteado hacer volar un helicóptero para sofocar el fuego como así planteó un alto mando», enumeró Fernández.
Más grabaciones
Por su parte, Francisco Pérez Platas, el abogado de la familia del bombero fallecido durante las tareas de extinción, ha interpuesto una querella contra uno de los jefes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Oviedo por «falso testimonio». Unas grabaciones que «desmienten» las declaraciones ofrecidas por un subinspector sobre el lugar en el que se encontraba en el momento del derrumbe del edificio y que ofreció durante el juicio para esclarecer si el Ayuntamiento tuvo o no responsabilidad en la muerte de Eloy Palacio. Hay que recordar que la vista tuvo lugar el 9 de marzo del año pasado en el Juzgado de los Social número 2.
La querella ya ha sido admitida a trámite en el juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo y ahora están a la espera de la celebración del juicio que aún está sin fechar.
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