La droga hallada en el parque. E. C.

Una niña de un año halla una piedra de hachís en el parque infantil de la Losa de Oviedo

Recogió del suelo la pieza que pensaba que era «chocolate» y trató de metérsela en la boca, algo que le impidieron sus padres

Miércoles, 6 de noviembre 2024, 01:00

La mirada atenta de sus padres evitó este domingo que una niña de tan solo un año ingiriera una piedra de hachís en el parque infantil de la Losa. Era por la tarde cuando la pequeña jugaba con su hermano en los columpios –bastante ... concurridos en un día soleado– y encontró en el suelo algo que le llamó mucho la atención. De color marrón , no dudó un instante en llevárselo a la boca pensando, según exclamó, que era «¡chocolate!». Su padre se dio cuenta de que intentaba meterse algo en la boca y alertó de lo que sucedía a la madre de la niña, que estaba más cerca de la pequeña para que se lo impidiera. Así lo hizo.

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Llegaron a tiempo. Cuando la niña soltó su hallazgo, sus padres se dieron cuenta entonces que se trataba de algo muy dañiño para su salud, no sólo era una rutinaria porquería sino «una piedra de hachís» de considerables proporciones, perfectamente envuelta, que, probablemente, alguien había perdido en la zona la noche anterior, según supusieron.

De forma inmediata, llamaron al Cuerpo Nacional de Policía para advertirle de lo sucedido. Un coche patrulla se personó en la zona, requisó el hachís y tomó los datos del progenitor de cara a la elaboración del informe y la investigación del hecho.

Todo quedó en un susto gracias a la supervisión de los padres de la niña, que no dejaron de señalar la suerte de que la pequeña no hubiera llegado a ingerir la droga.

El acto, según confirmaron este martes fuentes de la Jefatura, no generó una mayor actuación –lo normal en estos casos– que el acto de incuatación de la sustancia, que posteriormente se envía analizar, como en las decenas de actas similares que se elevan al día en Oviedo. ¿Cómo pudo acabar el hachís ahí? Las mismas fuentes explican que, en ocasiones, alertados por la presencia de agentes, las personas que portan este tipo de sustancias consigo las tiran para deshacerse de ellas. El problema, como en este caso, que un niño pueda encontrarlo y llevárselo a la boca.

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