Mi negocio en la calle González Besada

covadonga del nero

Lunes, 24 de abril 2023, 00:46

La calle González Besada. Prolongación de la calle Campomanes, fue el 20 de marzo de 1908 cuando la corporación municipal acordó por unanimidad poner el rótulo de González Besada en reconocimiento al ministro de Fomento -aunque un año antes ya se había propuesto su nombre ... para la actual plaza Juan XXIII-. En 1930, fue cambió al de Alonso Quintanilla para volver a su nombre original en 1937; desde entonces la vía original se erige como González Besada, nombre que se amplió a su prolongación, llegando hasta la plaza de Castilla, en la actualidad.

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Aunque Augusto González Besada y Mein era original de Tuy, se convirtió en hijo adoptivo de nuestra región. Fue subsecretario de Hacienda en 1902 y, un año después, asumió la cartera de ese ministerio. También lo fue del de Gobernación, así como presidente del Congreso.

Ibérica Tintorería

«Hay negocios totalmente diferentes en esta calle»

El local del número 9 de la calle González Besada lleva desde los años 50 del siglo pasado albergando una tintorería. De manera paralela, Eduardo Rodríguez viene de una familia que ha regentado negocios de este mismo sector, incluso él mismo llegó a trabajar en ellos durante un par de años, a sus veinte, por enfermedad de su padre. Luego, se dedicó a otra faceta hasta que en 2015 se acogió a un ERE y aprovechó una oportunidad que la vida le brindaba: la tintorería Ibérica se traspasaba y decidió coger las riendas del negocio. Sigue en el mismo lugar de esta misma vía ovetense, en el tramo que va desde la plaza de San Miguel hasta su esquina con Muñoz Degraín. Un tramo «muy comercial, donde no hay ni un solo local vacío». La califica como «milla de oro» del comercio local, en una zona en la que, resalta, «tenemos todos los locales, exceptuando uno de ellos, ocupados por negocios totalmente diferentes: farmacias, inmobiliaria, floristerías, supermercados, cafeterías...». «Tenemos clientes de toda la ciudad, nos movemos por diferentes barrios», explica Rodríguez, «contento» con la actividad que aporta la calle de González Besada. Aquí sigue al pie del cañón.

Pablo M Taller de joyería

«Llevo apenas diez días, vi que estaba el local vacío y aproveché»

González Besada es una calle llena de locales que llevan «muchísimos» años instalados en la misma. Si hay cambios, son rápidos. Los locales permanecen poco tiempo vacíos. Es el ejemplo de una joyería ubicada en el número 12 que cerró hace unos meses, pero, hace algo más de una semana, tiene nuevo ocupante: el joyero Pablo Muñiz decidió recuperar la labor en ese mismo emplazamiento de González Besada. «Llevo apenas diez días, vi que estaba vacío el local y que antes había habido una joyería, así que quise aprovechar ese impulso al mudarme a esta zona», explica Muñiz. Hasta entonces, llevaba veintiséis años en la Avenida de Galicia. La principal mejora con esta mudanza es que «allí no estaba a pie de calle y aquí sí», en la calle González Besada. Para él, es pronto para hacer balance, pero algo positivo, destaca, es que se trata de una zona «comercial pero también residencial, con muchos vecinos». Unos residentes que, como también tiene esa «parte de arreglos», acuden a la joyería. Además, la diversidad de negocios de la vía «es un plus» para cualquier negocio que se instale: «Hace que haya mucho tránsito de coches y transeúntes», explica el joyero.

Flores Ana Floristería

«La cercanía con El Fontán tuvo peso en la apertura del negocio»

Fue allá por el año 1984 cuando los padres de Elena y Silvia Rodríguez decidieron establecer su floristería en la calle González Besada. Una floristería que, incluso antes de tener su tienda física, ya tenía su historia: fue la abuela de ambas hermanas quien comenzó a vender las mejores flores que tenía en El Fontán. Las nietas desconocen cuál fue la razón exacta que llevó a sus padres a colocar su negocio en dicha calle, pero imaginan que «la cercanía con el mercado tuvo su peso en la decisión». Al final, el cliente que buscaba sus flores en la tienda preferiría que estuviera lo más cerca posible. En aquellos años 80 la calle «era más céntrica que ahora, aunque continúa siendo muy comercial», aseguran Elena y Silvia Rodríguez. En su caso, mantienen aquella clientela que se ha ido afianzando con los años pero «la variedad de negocios, con supermercados y tiendas de barrio da mucha vida a la calle». Además, resaltaron «la cantidad de oficinas que hay aquí, así como el edificio de la Universidad de Oviedo y el colegio de Las Dominicas, mueven mucha gente» a diario. Para ellas, que llegaron a ver cuando era calle de doble sentido de circulación, el tráfico «es positivo para los negocios».

Numismática Oviedo Coleccionismo

«Es una calle comercial y de muchísimo paso y tráfico»

Toda la historia de Rafael Brun como coleccionista de sellos, monedas y todo tipo de antigüedades se remonta a hace más de un cuarto de siglo. Sus inicios comenzaron en la calle Jesús, vía afluente de la plaza del Ayuntamiento. Pero hace veintiún años, Brun se fue al número 21 de la calle González Besada. «Estoy muy contento con la zona», hace balance el propio coleccionista. Entonces, cambiaron porque «subía la renta del local y aquí era más económico sin abandonar la zona céntrica de Oviedo». Una calle de la que valora «es muy comercial y de muchísimo paso y tráfico». Menciona los supermercados y los comercios de «todo tipo» que llenan la calle. Su comercio de numismática figura en guías nacionales e internacionales, por lo que «nosotros tenemos clientela de Finlandia, Alemania o Francia, por ejemplo». Una calle que «es fácil de encontrar si no se es de aquí», de la ciudad. Algo fundamental a la hora de abrir un negocio, sobre todo uno como este, en el que tiene cabida clientela de otros países. Además, las cafeterías en la calle, el colegio a escasos metros y varios negocios diversos «forman un conjunto» que permite que la calle solo tenga «algunos locales cerrados, aquellos con problemas arquitectónicos».

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