«Jamás pensé que esa patada pudiese llegar a causarle la muerte»

«Le di una patada y nos fuimos; a sobar; amigo jajaja; a ver si para la siguiente nos deja marchar». Esos fueron los mensajes que envío J. C. C. a sus amigos los días posteriores a la agresión del maestro cudillerense de 33 años, David Carragal, en la última jornada de las fiestas de La Florida de 2019. El profesor falleció pocos días después, el 17 de junio, tras no poder superar sus heridas. El juicio por su muerte ha empezado durante la mañana de este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ante un jurado. J. C. C. se ha declarado inocente y, en todo caso, ha manifestado que la patada que tiró al suelo al pixueto fue defensiva y que la lanzó para «apartarle de un empujón con la pierna en la zona del brazo». «Jamás pensé que esa patada pudiese llegar a causarle la muerte», ha sentenciado.

«Escuche que David dijo 'cómo la sigas mirando os voy a rajar'», ha manifestado el ex futbolista llanisco, que por aquel entonces contaba con 18 años. Lleva 21 meses en prisión, llegó a la Audiencia esposado. Aquella noche, «después de estar bebiendo desde las 10 de la noche hasta las 4 de la mañana» junto a los otros dos investigados, sus dos acompañantes que se enfrentan a petición de la familia a penas por sendos delitos de omisión del deber de socorro, ha explicado J. C . C., «vi que mis amigos, dos niños, estaban discutiendo con un hombre mayor, y fui para allá».

Después, le propinó la patada. Eso sí, ha aclarado, «mi intención no era que David cayese al suelo, no recuerdo dónde le di la patada, pero solo lo hice para salir corriendo». Carragal, en ese momento, cayó al suelo inconsciente, se golpeó en la cabeza y comenzó a convulsionar. Iba acompañado de dos amigas, enfermeras ambas. Según su relato, había recordado el Ministerio Fiscal, los hechos comenzaron después de que los tres amigos se acercasen a ellos pidiendo «gas» y «mechero». Ellos, por su parte, han negado la mayor.

En ese sentido, la acusación particular ha manifestado que la fractura craneal de 7 centímetros que sufrió David Carragal fue provocada por la patada y no por la caída. Por lo que solicita para el acusado una pena de 16 años de cárcel y el pago de una indemnización a la familia de 220.000 euros. El ministerio Fiscal, en ese sentido, considera que el delito no es de asesinato, como interesa la familia, sino de homicidio doloso. Por ello, pide para el llanisco una pena de 11 años de cárcel y el pago una responsabilidad civil de 120.000 a los padres y el hermano del fallecido.

No obstante, la defensa, ejercida por el letrado Gabriel Cueto ha explicado que, en todo caso, el delito debería ser catalogado de homicidio imprudente, de serlo, al tiempo que aclaraba al jurado en la exposición previa de los escritos tanto de acusación como de defensa, que solicita la libre absolución del joven J. C. C.