«Hay que mentalizarse de que no va a haber ninguna fiesta este verano»

El Ayuntamiento cumplirá escrupulosamente «las recomendaciones y directrices que marquen las autoridades sanitarias». En el horizonte más inmediato de la concejalía, tras suspender la feria ganadera y sus actividades paralelas en La Losa, aparecen San Juan y la jira al Naranco y al Sagrado Corazón. «Estamos trabajando en ello pero no tenemos ninguna certeza de que podamos llegar», avanza.

Porque la administración está al ralentí. «Si La Ascensión hubiera seguido adelante y se fuera a levantar el estado de alarma, quizás no hubiéramos podido ni tramitar un procedimiento de urgencia para contratar las carpas», clarifica.

Con este panorama, el verano festivo ovetense entra en punto muerto. El año pasado fueron más de cien los festejos autorizados por la concejalía. Cada uno de ellos lleva aparejado hasta siete informes de Vías, Seguridad Ciudadana, Infraestructuras... Imposible de soportar para un ayuntamiento prácticamente paralizado.

Díaz explica que estos días está manteniendo conversaciones con los responsables de las fiestas de parroquias y barrios y que, según avanza el calendario, la cancelación es la única salida. «San Claudio, que es en agosto y lo tiene todo tramitado, quizás pueda repartir el bollo. Igual que la asociación Paulino Vicente, que me explicaron que simplemente quieren repartir el bollo a los socios y suspender todo lo demás».

Lo que no ve claro la concejala es aplazar las fiestas patronales al otoño. «Si la fiesta de un barrio es en julio o agosto y se celebra un patrón no tiene mucho sentido hacerla por hacer en otoño. Es un año difícil y nos toca superarlo. Quien quiera presentar los permisos, nosotros en cuando podamos haremos los informes pero de momento vamos a velar por la seguridad y la seguridad de los ciudadanos. Luego ir viendo qué se puede hacer», expone la edil

No mucho. Desde las asociaciones vecinales y responsables de las fiestas el razonamiento casa con lo esgrimido por parte del Ayuntamiento. Algunas de las fiestas de los barrios de Oviedo se han convertido en auténticas aglomeraciones que se cuentan por miles de personas, como La Florida, La Corredoria, Montecerrao y Colloto.

Ramón del Fresno, presidente de la asociación de El Cristo-Montecerrao renuncia, de entrada, a la organización de las fiestas de Santa Ana de Mexide. «Seguimos trabajando desde la asociación y en las fiestas si se dictamina que se pueden realizar, pero no depende de nosotros. Las fiestas en estos momentos es algo secundario y hay cosas más importantes», reconoce explicando que «siendo realistas, las costumbres sociales van a cambiar y es posible que no se permitan aglomeraciones de personas».

Fernando Marrón, responsable de las fiestas de Vetusta y cara visible de la plataforma 'Oviedo sin fiestas' -que defiende mayores facilidades para organizar eventos- ahonda en el argumento. «Aplicando la coherencia, vamos para tres meses metidos en casa y no creo que se puedan meter 4.000 u 8.000 personas en Montecerrao o La Corredoria». Sin embargo, defiende un cambio de fechas a octubre para algunas de las citas y así «ayudar al sector de los feriantes y de las orquestas que lo están pasando muy mal». Antes, en septiembre, San Mateo sigue en el alambre.