Secciones
Servicios
Destacamos
Se trata de una calle relativamente moderna. En 1987 recibió el nombre del catedrático y lingüista Emilio Alarcos Llorach como no podía ser de otra manera, ya que está ubicada frente al campus de Humanidades del Milán. Se extiende desde General Elorza hasta Melquiades Cabal y tanto las universidades como el colegio Lorenzo Novo Mier le dan mucha vida, hacen que sea una calle «en la que hay mucha gente» y que cuenta con una «clientela muy familiar».
Un año y medio lleva en esta calle Urban Fruits, una tienda en la que los clientes pueden encontrar fruta, vegetales o meriendas saludables. Gema Riesco tenía una frutería en Victor Chavarri, pero decidió trasladarse aquí por cercanía y porque «es una calle que tiene mucho tránsito de gente y mucho movimiento».
La afluencia la achaca a que hay mucho paso de personas que van a General Elorza, a las universidades, al Colegio y también «queda de camino a Los Prados». Además, tiene claro que es una calle que recomendaría, de hecho, «no hay ningún local que esté vació, cerró la librería pero hace muy poco por jubilación», puntualiza.
Aunque la tienda de lencería lleva en la calle más de treinta años, Salomé López lleva tres al frente. «La señora se jubilaba y me anime a cogerlo por emprender», explica, a pesar de no tener «ni idea del sector», reconoce, «nos animamos». La zona también jugó un papel importante ya que tienen un niño pequeño y hay un colegio muy cerca.
Desde su punto de vista, «la calle a nivel comercial es una maravilla» y la recomendaría al cien por cien. «En esta calle se vende muy bien, está en una zona de paso al centro, hay una clientela hecha ya», destaca. Una clientela que, al menos en su negocio, son principalmente mujeres de mediana edad, «es una clientela muy fiel», afirma.
Jackeline Kevorquian es la veterana de la calle, lleva al frente del kiosco Gomy diecisiete años. «Se traspasaba el kiosco y lo vimos como una oportunidad de trabajo», explica. En todos estos años asegura que la afluencia de gente y el público es muy similar. «Es un barrio y el barrio siempre tiene la misma fluidez de gente», señala. Además, en este caso juega un papel importante que tiene al lado la facultad y el colegio.
«Es un barrio muy familiar», recalca, de hecho «los que iban a la escuela luego fueron a la facultad y ahora vienen con sus hijos», sonríe. Desde su punto de vista es una calle muy recomendable, no hay más que ver que «todos los negocios que se han puesto están muy contentos, y que no hay ningún local vacío; bueno, cerró la librería, pero porque se jubiló».
Justo al lado se encuentra uno de los negocios recientes a los que hace referencia. Silvia Escuredo montó este salón canino hace poco más de un año. «Me gustaba mucho la zona de siempre, soy de Oviedo y la veía una zona muy transitada, con muchos perros, mucho movimiento, muchos parques alrededor y apareció este negocio, así que lo vi como una señal», relata.
De esta calle destaca que tiene mucho movimiento, «tanto de estudiantes como de gente mayor, estamos muy cerca del centro, tienes mucho sitio para aparcar, es una calle muy ancha, con mucha visibilidad y, además, estás al lado de una entrada de Oviedo». Esto hace que tenga un acceso muy sencillo.
Lleva poco tiempo, pero destaca la buena acogida por parte de los vecinos, «la gente es muy agradable, muy simpática, dan mucha confianza». Sin duda la considera «muy buena zona».
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Clara Alba y José A. González
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.