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El decano honorífico del Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo (ICA), Luis Carlos Albo Aguirre, dejó este jueves varios mensajes vistos para sentencia inapelable: « ... El Derecho es el gran sustituto de la fuerza»; «no hay paz sin Justicia, invertir en Justicia es invertir en paz social»; «la obra humana más útil es ser útil al prójimo»; «en estos tiempos, la Justicia ya no puede ni debe ser ciega». Y sobre todas las demás: «La vocación de la Abogacía es la espina dorsal de mi vida». Lo hizo durante su discurso tras recibir en sede colegial, ante un nutrido grupo de autoridades judiciales, políticas y policiales, la Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía.
Una ceremonia emotiva que comenzó con un minuto de silencio por el fallecimiento de Carlos Carnicer –presidente del Consejo General de la Abogacía entre 2001 y 2016– y en la que se vivieron momentos curiosos durante los instantes previos como la aparición del caza autógrafos Ander Azcárate pidiendo firma y fotografía al actual presidente del organismo, Salvador González, que acudió en nombre del Consejo –que aprobó la concesión de la distinción por unanimidad–. En sus palabras, Albo Aguirre «nos inspira con su ejemplo, compromiso personal e institucional con la Abogacía, con sus principios y sus valores».
De glosar al homenajeado, decano del Colegio de Abogados de Oviedo entre 2019 y 2023 –entre otras muchas atribuciones durante medio siglo de compromiso con la profesión–, se encargó el consejero electivo Nielson Sánchez-Stewart. Tras recorrer su extensa trayectoria, le encomendó a no recibir el galardón «como un premio a lo ya ejecutado, sino como un estímulo a lo que queda por hacer, que es más en estos tiempos convulsos para el ejercicio de nuestra profesión».
Por su parte, el decano actual, Antonio González Busto, manifestó, en clave cofrade, que «hoy, en Oviedo hay una alegría enorme porque en la semana de Pasión la Abogacía institucional otorga a Luis Carlos Albo Aguirre una gran cruz que será cruz de guía en la procesión de tu vida».
Albo Aguirre concluyó solicitando «el reconocimiento público que merece» la junta de gobierno que presidió. «En cuanto a mí», resumió, «antes que decano o consejero, he puesto mi orgullo siempre en ser abogado y nada más que abogado».
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