PABLO LORENZANA

Un luchador de la libertad y la cultura

Graciano García ·

El periodista, creador de los Premios Príncipe de Asturias, Ediciones Nobel y el proyecto 'Asturias, capital mundial de la poesía', dice que lo «mucho o lo poco que soy se lo debo a Moreda de Aller», su localidad natal

ROSALÍA AGUDÍN

Domingo, 20 de noviembre 2022, 14:44

Entrar en la casa de Graciano García, ubicada en Montecerrao, es acceder a su historia. En un mueble del salón se sitúan dos esculturas de Juan Miró, como las que cada año reciben los ganadores del Premio Princesa de Asturias; un cuadro con el ... lema 'Asturias, capital mundial de la poesía', otro de Tapia de Casariego, donde veranea y pasa los fines de semana, y un sin fin de fotografías con su familia -sus nietos son su debilidad-. También los periódicos y enorme montón de libros. «Aquí hay de todo», resume el periodista, que a la pregunta de cómo está responde así: «Resistiendo».

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De niño.

Cuenta García que «lo mucho o lo poco que soy se lo debo al pueblo». Él nació en Moreda de Aller en octubre de 1939. Hijo de Rodolfo y Dolores, es el mayor de tres hermanos y desde pequeño le enseñaron lo que era la solidaridad. «La gente luchaba para que sus hijos tuviesen escuelas, maestros y libros». Huella le dejaron tres personas: su maestra Domitila, que le enseñó a estudiar «con alegría». y Pepe Campo y Jesús Castañón, dos vecinos que eran poetas. El primero escribía en «asturiano y el segundo en español».

Con quince años trasladó sus estudios a Oviedo y con 17 se mudó a Madrid. «Allí lo que hice fue leer periódicos». También recuerda que un día fue a visitar al director de 'Pueblo', Emilio Romero, y «me deslumbró». «Volví a la capital de Asturias para dedicarme al periodismo» . Así, con grandes como Diego Carcedo y José Luis Balbín emprendió una renovación de la profesión. Trabajó y se formó a la vez porque «el periodismo es la más bella de todas las profesiones pero siempre ha de ser libre y con cultura».

Durante los Premios Príncipe de Asturias.

Algo que al principio no consiguió. Fue lo que le llevó a crear 'Asturias Semanal' cuando tenía treinta años, aunque la censura le siguió afectando. «Fuimos secuestrados tres veces e hicimos lo que pudimos», reconoce. Con la llegada de la Constitución se puso en marcha 'Asturias, diario regional' y con el ambiente de «libertad, reencuentro y concordia» le surgió la idea de celebrar unos premios que suman ya 42 ediciones y cada octubre sitúan a Oviedo en el mapa mundial. «Los milagros existen porque este era un proyecto casi imposible que nació porque la Constitución recuperaba el título de Príncipe de Asturias y le conté a Sabino Fernández Campo lo que tenía pensado». Un encuentro que se produjo en el Hotel de la Reconquista y a los quince días tuvo una reunión con el rey Juan Carlos I donde le dijo que «contase con su apoyo pero que no le dijese nada a nadie».

Acto de presentación de su primer libro de poemas.

Esto hizo que los dos años siguientes fuesen complicados. «Pocos me apoyaron, pero el 20 de septiembre de 1980 nació la Fundación». Un año y un mes después se celebró la primera gala. «Estoy muy orgulloso y feliz de la trayectoria de los Premios y uno de sus tesoros es que han ido creciendo a lo largo de los años».

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De forma paralela creó el grupo Ediciones Nobel, que ahora llevan sus hijos, Pelayo y David, y ha hecho de la poesía un proyecto «histórico y único en el mundo». Si le preguntan si le pueden dar el Premio Princesa por 'Asturias, capital de la Poesía', responde tajante: «Son cosas incompatibles, aunque el fondo es el mismo. Diferentes sueños donde la libertad de la cultura van unidas».

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