«Llevo veinte años muy feliz en esta calle»

Situada entre la Casa de Comedias y el Arco de los Zapatos, la calle Quintana era conocida como la 'Calleja del Teatro' hasta que el 27 de octubre de 1880 recibió su nombre actual en reconocimiento a dicho senador. Esta fue la manera de agradecerle, entre otras cosas, haber logrado que el Estado no aumentase la contribución de los industriales ovetenses.

En sus primeros tiempos era la zona teatral de Oviedo, ya que allí se encontraba el Teatro Circo, en la esquina con la calle Santa Susana. Un gran teatro que sólo duró 9 años antes de ser devorado por las llamas.

El comercio más veterano de la calle es, sin duda, Telas Pedro. Su propietario, Rubén Argüelles, explica que desde 1984 la tienda está abierta para el público general. «Antes era un almacén a mayoristas, luego dejamos media tienda a mayoristas y media para el público general y al final, la abrimos toda para el público en general». Argüelles está contento en esta calle a pesar de que «no es muy comercial, la gente viene a algo específico» y destaca como ventajas «que estamos cerca del Fontán y no muy lejos del centro».

En su caso, la venta por internet juega un papel importante. «Fuimos los primeros en tener una página web de tejidos en España», incluso, algunos de sus clientes habituales «ven las novedades en telas antes de venir a comprar», celebra.

Un par de meses, desde el 1 de abril, lleva abierta la clínica de odontología integral Lara Fuertes. «Tenía abierta una clínica en la calle Santa Susana, buscaba un sitio más grande y no quería irse de la zona», este fue el motivo de su traslado a la calle Quintana, señala Lucía Alonso, un cambio con el que están «muy contentas», y señala que «acabo de hacer la ficha número 21 desde que estamos aquí. Es decir, 21 pacientes nuevos en mes y medio, que es bastante gente».

Desde su punto de vista, no es una calle comercial. «Si te fijas, son todo clínicas», analiza. De hecho, a pesar de estar al lado del Fontán «no veo mucho movimiento; la recomendaría para clínicas pero no para tiendas», concluye.

El Instituto de Estética y Bienestar Integral (iEBI) abrió sus puertas tras la pandemia aunque en realidad, el local llevaba años siendo una academia de peluquería y estética. «AFA Formación decidió continuar con el negocio cuando la persona que estaba al frente quiso cerrar», explica Montserrat Vázquez, encargada de iEBI.

Para ella «es una calle que tiene mucha afluencia porque estamos al lado del Fontán y hay muchas oficinas. Además, como siempre ha sido una academia, es conocida y tiene mucho movimiento». El único inconveniente que ve es que «es complicado aparcar y el transporte público no es bueno».

Tras toda una vida laboral trabajando en el negocio familiar, Telas Pedro, Rocío Argüelles decidió poner su propio negocio y no quiso moverse de la calle Quintana. «En 2017 abrí la mercería, siempre quise hacer una curiosa, grande, con mucha luz y que todos los productos estuvieran a la vista», señala. Una calle de la que destaca que «es tranquila aunque tiene cierto tránsito; lo que más me gusta es que tiene las aceras muy amplias y, en mi caso, que no tengo setos por delante, hay mucha visibilidad para el negocio».

A pesar de que este verano ampliará el negocio con telas y se desplazará a la calle González Besada, recomendaría Quintana «porque llevo 20 años muy feliz en esta calle y me da pena marcharme», concluye.