«Juan era alegre, cariñoso, discreto, atento y cercano»

Los vecinos de San Claudio, conmocionados por la «tremenda tragedia», destacan que el comercial de bebidas era «un chaval estupendo»

R. FRANCÉS

SAN CLAUDIO.

Domingo, 9 de julio 2023, 01:05

La localidad de San Claudio se despertó entre incrédula y triste tras conocerse casi a primera hora de la mañana el fallecimiento de Juan Fernández García en el accidente de la M-50 en Madrid mientras se dirigía en coche a pasar unos días de ... vacaciones en el sur de España junto con su mujer Clara y su hijo Martín, de cuatro años, que resultaron heridos tras el impacto. No se hablaba de otra cosa en los bares de San Claudio; no en vano, el joven era comercial de una empresa de distribución de bebidas y tenía de clientes a los establecimientos de la localidad, de la que era vecino. Calificativos como buena gente, buen chaval, estupendo, discreto o atento fueron los más utilizados por quienes lo conocían, que mostraron una inmensa tristeza por lo ocurrido en Madrid.

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José Cruz y Ángela Castillo, propietarios del parrilla José, en el centro de la localidad, no daban crédito y se les veía una evidente tristeza, al igual que todos los parroquianos que ya al mediodía se arremolinaron en el local. «Era un chaval estupendo, los martes por la mañana pasaba para el pedido, pero desayunaba aquí muchas veces y venía con amigos a cenar los jueves y los viernes. Con amigos y con la familia», señaló José. Y su esposa apostilló: «Era estupendo, discreto y muy atento con los clientes. Siempre que le necesitaba le llamaba y solucionaba el problema. Me da mucha pena. Estamos conmocionados».

A unos metros de distancia, en la calle San Roque, Kety Iglesias García, propietaria del bar El Roque de Kety, miraba con ojos tristes mientras recordó que «el pasado miércoles fue el último día que vino. Venía con el neno y con Clara, su mujer, a tomar algo y a pasar el rato». «Era alegre, cariñoso y cercano al público. Cualquier cosa que necesitabas venía a traerla, aunque fuera después de terminar el trabajo y acabar el turno. Por ejemplo, el miércoles vino a meterme para dentro un bidón que tenía en la puerta», añadió la propietaria del bar.

Kety observaba una de las mesas y recordaba que «todavía tengo ahí el catálogo que dejé tras el último pedido que le hice». La propietaria del bar definió al joven fallecido como «activo y siempre estaba haciendo cosas, le gustaban las motos y la bici, andaba mucho en bici». «Hace siete años que tengo el bar y siempre hemos trabajado muy bien con él, aunque ya le conocía de antes», explicó. San Claudio vivió ayer una luctuosa jornada por el fallecimiento de un joven muy querido. «Es una tragedia tremenda», coincidían los vecinos.

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