Un constructor amante de la arquitectura y el arte

Lejos de lo esperado, aquel niño inquieto al que «todo le interesa», curioso por naturaliza, no se decanta por el periodismo. Comenzó sus estudios de Derecho en la Universidad de Oviedo, pero «no los terminé, decidí comenzar con la construcción y la promoción inmobiliaria, que era lo que me apasionaba de verdad».

Sus primeros pasos fueron a través de la constructora ICSA y un centro de formación denominado Avance, con construcciones en La Felguera, Sama y Tapia de Casariego. Pero Ferreira se dio cuenta de que quería ir más allá. «Fuimos invitados en 2002 a una exposición internacional en Turín y pude ver un mundo creativo que quise incorporar a mis edificios». «Enamorado de la arquitectura y el arte», como se describe, busca siempre «la presencia de mis pasiones en mis edificios».

Es el alma del Gran Bulevar de El Vasco. Uno de los principales artífices de este transatlántico que abre una nueva puerta de entrada a la ciudad, avanzando hacia la modernidad. Un proyecto que, tras seis años «luchando contra todo», ya es una realidad. La aceptación en la ciudad es máxima. De hecho, de lo que más orgulloso está profesionalmente es que El Vasco fue seleccionado como una de las 25 obras de España que más han mejorado la vida de los ciudadanos.

Muy preocupado por la sostenibilidad, levantó en el Parque Tecnológico de Gijón el edificio más eficiente de España, que genera más energía de la que produce. Pero Ferreira, dice, tiene una espinita clavada, que no descarta abordar en un futuro: crear un proyecto para cerrar la herida de la ciudad fantasma de Perlora.

Recorrer mundo, empaparse de otras culturas, es otra de las grandes aficiones del también vicepresidente de la Cámara de Comercio de Oviedo. Y, sobre todo, hacerlo en compañía de su familia. Brasil, Argentina, Kenia o México son algunos de los destinos que han compartido y conserva intactos en su memoria. «Ya no somos aquellos viajeros aventureros, pero me sigue apasionando viajar», afirma. Pero Ferreira, como promotor, directivo cameral y 'ovetense', aún no ha perdido esa frescura de los primeros viajes.