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J. C. A.
OVIEDO.
Jueves, 10 de diciembre 2020, 01:16
Oviedo había esquivado el temporal sin mayores problemas. Apenas un puñado de salidas de los Bomberos a retirar árboles caídos y asegurar tejados. Ayer, sin embargo, tras las lluvias caídas en los últimos días, el agua afloró en el lugar más emblemático del concejo. El ... arroyo Viña, que baja del Naranco, dejó, como suele hacerlo, impracticable el acceso peatonal a los monumentos prerrománicos. Junto a la ladera en la que se asienta Santa María, el chorro de agua se convirtió en una cascada.
Los vecinos de las caserías cercanas al centro de interpretación, una docena de casas, ya no saben qué hacer. El pasado enero trasladaron al Consistorio un informe técnico denunciando la falta de mantenimiento. «Es inconcebible que ni Ayuntamiento ni Principado o Aqualia o la Confederación, o a quien le toque, no haga nada para solucionar un problema que es constante», indicó Carlos Madera, presidente de la asociación Fuente de Los Pastores.
Ironizando, Madera sostiene que «cómo vamos a ir a la UNESCO a que nos den nada. Con una foto o un vídeo de lo de hoy las carcajadas se tienen que oír en Australia». «Si no puedes canalizar un arroyo no puedes pedir que te declaren ciudad Patrimonio de la Humanidad», añade al explicar que les parece «muy bien» que se arreglen los caminos, pero «la limpieza y la canalización son cosas no ya del siglo XX, sino del XIX y no están resueltas».
La inundación de los accesos peatonales al centro de interpretación y a los propios monumentos llegan días después de que el Principado anunciara 600.000 euros de inversión de Cultura para el Prerrománico. Una «deuda histórica», según varias formaciones políticas de la ciudad, que siempre ha estado encima de la mesa y que se ha restañado en los presupuestos regionales del próximo año.
Para los vecinos de los caseríos, más allá de la monumentalidad del escenario en el que viven, las inundaciones son una faena recurrente. «Hay gente mayor viviendo en esas casas. Cuando salen tienen un río que les pasa por delante», indica una de ellas, que añade que «hoy tuve que cogerla en brazos para bajarla hasta la carretera».
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