María Teresa Orozco Jiménez (Oviedo, 1956), llegó a La Corredoria cuando apenas había casas y desde el primer momento se implicó en las asociaciones para ayudar al barrio; un objetico que sigue persiguiendo «con orgullo» como alcaldesa de barrio.
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–¿Cuánto tiempo hace que vive ... en La Corredoria?
–Cuarenta y siete años, vine de recién casada.
–¿Ha cambiado mucho?
–Muchísimo, cuando vine eran solo unas casinas en la carretera general, después la barriada de La Carisa donde se hicieron las primeras casas y donde me tocó el piso; lo demás eran cuatro o cinco caseríos y praos.
–¿Cuándo comenzó el boom?
–Hace veintitantos años que empezó a construirse lo que es toda la zona este y oeste. Esto ahora es un mundo, el que no conoció La Corredoria cuando yo la conocí llega aquí y ve un barrio maravilloso, pero cuando yo vine esto estaba en el fin del mundo. Ahora ya hay pocas posibilidades para extenderse, quedan pocas parcelas por construir y llegará un momento que nos unamos a Lugones.
–Es el barrio más joven.
–Sí, es donde más gente joven hay, donde más niños hay. Los días que hace bueno los parques están a tope de niños, da gusto pasar por aquí.
–¿Qué le parece la figura del alcalde de barrio?
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–Es una figura indispensable en todos los barrios porque la gente tiene que tener una persona a la que pueda dirigirse y comentarle lo que pasa por el barrio. Si no es así, al Ayuntamiento no llegan muchas cosas, y a través nuestro le llega todo. Es imprescindible la figura porque está conectada directamente con el Ayuntamiento.
–¿Por qué cree que la eligieron?
–Igual porque soy súper conocida, desde la asociación de vecinos siempre me impliqué mucho en el barrio y creo que me nombraron por esto, porque siempre estuve muy activa mirando por el barrio.
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–¿Cómo afronta esta responsabilidad?
–Por un lado me gusta porque siempre estuve muy implicada en el barrio, aunque a veces pienso que 'por qué me metí en todo esto' –ríe–; pero para mí es un orgullo ser la alcaldesa de barrio.
–Es también presidenta de la asociación de vecinos de San Juan, ¿le resulta fácil compaginarlo?
–Lo compagino muy bien, todo el mundo lo sabe, me implico en todo y también soy secretaria en la cabalgata. Me gusta trabajar por el barrio, siempre me gustó y seguiré haciéndolo mientras pueda.
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–¿Le han hecho llegar ya los vecinos alguna queja o sugerencia?
–Si, eso todos los días. Me comentan sobre las calles que están en malas condiciones, los accesos a los pasos de peatones o fincas que no siegan y salen por las aceras..., siempre me están llegando comentarios y yo hago todo lo que está en mi mano para resolverlo. Llamo a la persona adecuada, le mando fotos y le explico lo que ocurre. Hasta ahora me van haciendo caso, no tengo ningún problema con el Ayuntamiento.
–¿Alguna necesidad acuciante?
–Necesidades hay muchas, una de ellas es el estado del centro de salud. Es vergonzoso como tenemos, hoy por hoy, el centro de salud. Sé que esto corresponde al Principado. El centro tiene goteras, están cayendo los techos, la fachada; es inhumano que un centro de salud como este que es nuevo, relativamente, lo tengan así de abandonado. Me parece que el Principado tendría que poner un presupuesto para arreglarlo porque da pena. Y también muchas de las de diario, los pasos de cebra, las bajadas para las sillas de ruedas que hay algunas que necesitan mejorar; yo estoy sacando fotos y pidiendo mejoras, unas ya están solucionadas y otras sigo insistiendo.
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–Pelearon mucho por el instituto, ¿cuándo se inaugurará?
–Sí, tardamos muchos años en conseguirlo pero ya lo tenemos y en principio se terminará durante el año que viene. Espero que el curso del 25-26 ya empiece a funcionar.
–Llevan tiempo pidiendo un mercadillo semanal.
–Sí, el mercadillo está conseguido; pero hay un problema: los vecinos pedimos que se haga el sábado y los vendedores quieren los miércoles. Hicimos una encuesta a través de la asociación de vecinos y gana por mayoría absoluta el sábado, tenemos más de 2.000 firmas. La Corredoria es una ciudad casi dormitorio, por semana estamos los pensionistas y poco más, por ello es mejor tanto para nosotros como para los comerciantes el sábado. El mercadillo está conseguido ya por el Ayuntamiento, pero están esperando que lleguemos a un acuerdo.
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–¿También están pendientes del nuevo centro social?
–Sí, estamos esperando por la plaza de abastos, que empiecen a reconstruirla para hacer lo que nos prometió el alcalde, un centro social mayor porque el que tenemos, El Cortijo, ya se queda pequeño por la cantidad de habitantes que hay.
–En unas semanas se pondrá en marcha el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) que se ha muda desde Villaviciosa, ¿que aportará a La Corredoria?
–Todas estas cosas aportan muchísimo, cuanto más tengamos mejor, es lo que necesita este barrio y para nosotros es estupendo. Todo lo que hagan en los alrededores nos viene muy bien y los vecinos lo acogen con ganas.
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–¿Algo a destacar como alcaldesa de barrio?
–Sí, sólo quiero dar las gracias a los vecinos por el trato que me dan, sé que muchos están contentos de que sea yo la alcaldesa de barrio. Saben dónde encontrarme, aunque de momento no tengo sitio fijo pero estoy esperando tener una sede para que la gente pueda venir a hablar conmigo y yo, contentísima de poder ayudar a todos.
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