Ignacio Vidau avisa de que reclamará «una y otra vez» la reagrupación de los juzgados

El magistrado recibió una de las máximas distinciones del Colegio de Abogados, la de colegiado honorario. Antes de tenerla entre sus manos, aprovechó la presencia de los medios para poner el acento en una reivindicación que no por reiterada ha perdido importancia. Insistió en «la necesidad de mejorar el problema de la dispersión de edificios judiciales en ciudades como Oviedo». Una petición que lleva reclamando al Principado de Asturias «con poco éxito», pero advirtió que seguirá haciéndolo «una y otra vez hasta que algún día se solucione», apostilló.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha repetido hasta la saciedad en muchas de sus intervenciones públicas y en cada memoria de actividad del alto tribunal la importancia de reagrupar los órganos judiciales y ayer mismo volvió a insistir en ello. La capital asturiana cuenta a día de hoy con una planta judicial que suma 36 juzgados, distribuidos en seis sedes, repartidas entre las calles Concepción Arenal, Llamaquique, Plaza de Porlier, la calle Pedro Masaveu, La Ería y la calle José Requejo en La Corredoria.

Peticiones a parte, el día de ayer fue una jornada de reconocimiento a los profesionales de la Abogacía. El Colegio de Abogados de Oviedo conmemoró la celebración de su patrón, San Ivo, con la entrega de sus máximas distinciones: colegiado de honor para Ignacio Vidau y colegiados honorarios para Modesto-Néstor González y Alicia Fernández del Castillo. Además, ochenta letrados recibieron las medallas de oro y plata por llevar cincuenta o veinticinco años, respectivamente, en el ejercicio de la profesión.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias recogió con «orgullo» el reconocimiento de manos del decano del Colegio de Abogados de Oviedo, Ignacio Cuesta. «Que reconozcan a un magistrado que va a hacer ya cuarenta años en el ejercicio siempre es un motivo de alegría», valoró Vidau. En su discurso, señaló que «yo no hice nada más en mi labor profesional que tratar de servir a la Justicia y a los ciudadanos». Defendió que en el servicio de la Justicia «todos estamos implicados en un plano de igual importancia para que el sistema funcione» porque «entre todos podemos avanzar hacia una Justicia mejor», destacó.

Otro de los galardonados fue el letrado, humorista gráfico y colaborador de EL COMERCIO, Modesto Néstor González, 'Néstor'. Es colegiado de honor. Un homenaje que consideró «exagerado», ironizó durante su discurso de agradecimiento. Fue galardonado por su trabajo como responsable de protocolo del Colegio de Abogados de Oviedo. Una dedicación que aceptó pese a no tener experiencia en ello. «Para mí es un hobby y con un pincho de tortilla me bastaba». Se dio la circunstancia de que él mismo fue el encargado de organizar el evento de ayer al que acudieron más de un centenar de personalidades entre galardonados e invitados, entre estos últimos estaban el rector de la Universidad, Santiago García Granda; el delegado del Gobierno, Mariano Marín; el coronel jefe de la Guardia Civil, Francisco Javier Almiñana; el comisario principal de la Policía Local, José Manuel López; o el delegado de Defensa, Vicente Bravo.

La tercera de las distinciones honoríficas, colegiado de honor, recayó en Alicia Fernández del Castillo en reconocimiento a su labor como precursora de la Agrupación de Abogados Jóvenes y de la Escuela de Práctica Jurídica. «Este reconocimiento no habría sido posible sin la colaboración y trabajo en equipo», incidió. La letrada destacó la lucha por la «libertad de expresión y nuestros derechos como abogados» e instó a «seguir en la lucha por la verdadera igualdad».

El acto, celebrado en el salón de actos del Colegio de Abogados, lo cerró el decano de la institución, Ignacio Cuesta, quien reivindicó la labor de la Abogacía como «pilar fundamental del estado de derecho». No quiso dejar pasar la oportunidad de abordar el tratamiento que se le está dando a la Justicia tras sentencias como la de 'La Manada'. Cuesta aseguró que este tipo de polémicas no ponen en entredicho la administración de Justicia porque «funciona muy bien sin perjuicio de que haya cosas criticables».

También defendió la posibilidad de cambiar las normas del ordenamiento jurídico, en referencia a una posible modificación del Código Penal tras el polémico fallo judicial, porque «es lícito hacerlo».