2021 es Xacobeo y todos los estamentos implicados ya han comenzado a calentar motores para recibir como se merece al Año Santo de la pandemia. Javier Suárez, el delegado episcopal de Peregrinaciones de la diócesis, recibe a EL COMERCIO en su despacho de la ... calle Fray Ceferino. «Hoy cumplo 47 años de cura», bromea, entre papeles y el trajín de la mañana, sin saber aún si la crisis sanitaria le va a permitir organizar la peregrinación diocesana a Santiago. El también párroco de la basílica de San Juan el Real; no obstante, lo tiene claro. Y aunque advierte que el Ayuntamiento todavía «no ha contactado» con él para poner en común el proyecto Oviedo Origen del Camino con la Iglesia, la estrategia del Arzobispado para la celebración será «la que siempre ha sido». Más que solo un activo turístico, el Camino, avisa, «es un lugar para el silencio donde el peregrino encuentra algo más, algo que le cambia, y nosotros estaremos ahí con él, asistiéndole y guiándole».
-¿Con qué ánimo esperan el Xacobeo 2021, el Año Santo?
-Con esperanza y con incertidumbre. El lema de este año será: 'Sal de casa, el apóstol te espera'. Este año, más que nunca, la misión es acoger al peregrino y, en segundo lugar, lo que queremos es revitalizar el Camino Primitivo, que no quede lugar a dudas que aquí empezó todo con la peregrinación de Alfonso II.
-¿Cómo han recibido la campaña de promoción municipal?
-Me parece bien, no podría ser de otra manera. Pero hay que tener claro que existen diferencias entre lo que el Ayuntamiento hace y por qué lo hace, y la conexión que eso vaya a tener después con la Iglesia. El gobierno local quiere promocionar la ciudad turística mente, pero el Camino es mucho más que eso. Aun así, estamos dispuestos a apoyar en todo lo que podamos, pero para ello tienen que contactar con nosotros, porque todavía no lo han hecho. La Iglesia no es algo que pueda estar ni quedar al margen del Camino de Santiago.
-¿Esto se tendría que haber hecho antes?
-Es algo sobre lo que la Iglesia no debe opinar, más allá de si estamos de acuerdo o no con ello.
-¿Han recibido propuestas de otras entidades?
-La Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) sí se ha puesto en contacto con nosotros para organizar su programa de actividades.
-¿Cree que la ciudad está preparada para ser la capital del Camino y no solo de la ruta primitiva?
-Oviedo tiene infraestructura suficiente para serlo. Y de hecho, lo es.
-La pandemia sigue ahí, ¿cómo cree que afectará al Xacobeo?
-Es muy preocupante, pero lo cierto es que en el Camino no hay facilidad de contagiarse. La propia ruta, al aire libre y mayoritariamente recorrida en soledad o con gente de tu círculo, es un espacio seguro.
-El peregrino no es un turista.
-No lo es, es alguien que camina en busca de algo con toda la dificultad que ello conlleva. Los peregrinos no vienen a darse un paseo y a comer en los restaurantes, vienen para descubrir algo, y muchos de los que deciden realizarlo como un mero deporte acaban convirtiéndose. El Camino de Santiago es uno de los lugares de peregrinación más importantes del mundo, por detrás de Jerusalén o la propia Roma.
-¿Qué hará la iglesia de forma extraordinaria para celebrar el Xacobeo?
-Lo que queremos hacer es lograr que el mayor número posible de sacerdotes abran sus parroquias para ofrecer al peregrino un lugar para la oración, para el cobijo, la guía y el acompañamiento, que es para lo que están las iglesias. Vamos a acoger a los peregrinos, a ayudarles, o facilitar la pernocta en centros de la parroquia, por ejemplo.
-¿La peregrinación diocesana a Santiago está en el aire por la pandemia?
-Tienen que darse varias cosas. En primer lugar, debe coincidir con la agenda del arzobispo y el día en que presida la misa en Santiago, para que coincida con la peregrinación de las parroquias. En segundo, estamos pendientes de la evolución de la pandemia.
-¿Qué le parece la propuesta de la Xunta de Galicia de que el Xacobeo dure dos años?
-Eso solo depende del Papa. Si Roma lo autoriza, se hará.
-¿Qué tiene de especial Oviedo para el peregrino?
-Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y no al señor. Oviedo es una parada obligada para el peregrino, y no solo porque sea el origen de la primera ruta. En Oviedo están la Catedral, las reliquias de la cristiandad... Los peregrinos tienen que pasar por Oviedo sí o sí, algunos lo hacen de camino a Santiago y otros, los que salen de la zona más alejada de este punto, lo hacen a la vuelta.
-¿Le falta espiritualidad al Camino de Santiago?
-El Camino de Santiago tiene espiritualidad por sí mismo y la gente descubre en él algo que le inquieta. Es un desencadenante, caminar te hace encontrarte con el Misterio.
-¿En qué situación están ahora mismo las iglesias de la ciudad?
-Estamos limitados al cincuenta por ciento de capacidad y en condiciones normales los feligreses están respondiendo bien. Los problemas llegan en la celebración de funerales, por ejemplo, donde a veces hay parroquianos que tienen que quedarse fuera.
-Las medidas de seguridad son tajantes.
-Y las estamos cumpliendo con todo rigor. No entra ni una persona más de la que debería en los bancos, los templos se desinfectan al completo tras cada misa y hasta los grupos de catequesis, que se siguen celebrando, están reducidos o han empezado a asistir de forma digital. La circunstancia es nueva.
-¿También se nota en las colectas?
-La recaudación de los templos ha disminuido un setenta y cinco por ciento y no sé cómo vamos a solucionar esto. Cada vez hay más gente pasando penurias que nos necesita y que, si no hacemos nada, acabarán muriéndose de hambre.
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