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ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Lunes, 11 de diciembre 2017, 01:05
Cada 10 de diciembre, la Catedral acoge una misa en honor a Santa Eulalia de Mérida, patrona de Oviedo. Ayer la presidió el deán, Benito Gallego, que disculpó la ausencia del arzobispo, Jesús Sanz Montes, porque, aunque no suele faltar a la importante cita, en esta ocasión tenía «otras obligaciones que atender».
Centenares de fieles participaron en la homilía de la Catedral y rezaron por esta santa. Entre ellos cinco concejales del Grupo Municipal Popular: Agustín Iglesias Caunedo, Gerardo Antuña, Belén Fernández Acevedo, Francisco Javier García y María Ablanedo. Minutos antes del inicio de la celebración, el exprimer edil afirmó que es «una tradición» acudir para honrar a Santa Eulalia de Mérida, una cita que da «arranque a la Navidad».
Esta santa nació a finales del siglo III en Mérida. Con tan solo 13 años murió. Sufrió un cruel martirio por querer ser cristiana durante el imperio romano. Cinco siglos después sus reliquias «fueron trasladadas a Asturias» y descansan en una capilla situada a la izquierda de la Catedral, explicó ayer el deán. Cada 10 de diciembre, estos vestigios son portados por cuatro mujeres hasta el altar. Durante la liturgia pueden ser observados por los asistentes y después de la eucaristía vuelven a su lugar habitual.
Los visitantes, además de honrar ayer a Santa Eulalia, observaron cómo avanzan los trabajos de limpieza del retablo mayor de la Catedral, que se iniciaron a finales del mes pasado y que están supervisados por Pablo Klett. Estos trabajos finalizarán los próximos días.
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