El hombre que secuestró a un taxista en Alonso Quintanilla se enfrenta a 26 años de cárcel

El joven de origen rumano acusado del secuestro, el 26 de marzo de 2017, de un taxista a punta de pistola en la parada de la calle Alonso Quintanilla, al que obligó a trasladarlo hasta el aeropuerto encañonándolo con el arma, y después ordenó meterse en el maletero del vehículo y liberó horas después en Avilés, se enfrenta a veintiséis años y medio de prisión por tres delitos de robo con intimidación y detención ilegal, uno por tentativa de secuestro, un delito de robo con fuerza y otros tantos por tenencia de armas prohibidas y sin permiso.

El acusado se encuentra en prisión provisional y sin fianza en el Centro Penitenciario de Asturias a la espera de juicio, del que aún no se conoce fecha de celebración.

La cuantía de la pena, que solicita Fiscalía, resulta de un acuerdo al que llegaron todas las partes, esto es acusación y defensa, para que sean juzgados en una única vista los cinco delitos que se le imputan.

Por el secuestro y robo con intimidación del taxista ovetense se enfrenta a seis años y medio de cárcel. En concreto, el Ministerio Fiscal le acusa de un delito de robo con intimidación con uso de arma y de detención ilegal. Misma pena le solicita por los delitos que cometió en Galicia. Tan solo tres días después de haber secuestrado al conductor ovetense, el procesado retuvo y robó a dos taxista en Santiago de Compostela e intentó hacer lo mismo a un tercero en Lugo. En total, por los tres presuntos secuestros se enfrenta a diecinueve años y medio de cárcel. Por la detención ilegal en grado de tentativa, a un año y seis meses.

A esto Fiscalía le suma otro delito cometido en León. Un asalto con robo con fuerza en un parque infantil que tiene relación con los hechos anteriores, según explicó su abogado, Miguel Fernández Arango. Por este suceso, se enfrenta a dos años de cárcel a los que hay que sumar otros tres años y medio por un delito de tenencia de arma sin permiso y otro por tenencia de arma prohibida.

La defensa del acusado adelantó que pedirá su libre absolución porque, aseguró, las pruebas presentadas contra su cliente «no son contundentes». Sin avanzar los argumentos que esgrimirá durante el proceso judicial, sí apuntó que «hay indicios endebles» pero no «una plena identificación» por parte de los testigos contra el procesado. «Son puras conjeturas que no apuntan a su identificación por lo que en caso de duda prima la absolución», explicó Miguel Fernández Arango.

Todo el proceso de instrucción lo llevó el Juzgado Instrucción número 5 de Avilés, porque fue en la villa del Adelantado donde el taxista presentó la denuncia pero será la Audiencia Provincial quien juzgue al acusado.