Un hombre resulta desfigurado por el ataque de un perro de raza peligrosa en Lugones

Ha faltado poco. Un vecino de Lugones, J. J. F. M., de 56 años, ha resultado desfigurado por el ataque de un perro de raza potencialmente peligrosa (PPP). El suceso tuvo lugar anteayer en el práu de Santa Isabel, a eso de las diez y media de la mañana, mientras el hombre daba su paseo matutino a 'Maggie', su perra mestiza de seis años. En ese momento, se cruzó con una mujer que paseaba acompañada de su hijo pequeño y de dos perros más, uno de ellos, de raza peligrosa y «sin bozal». El can, según el testimonio del hijo de la víctima, atacó a «'Maggie' nada más verla y mi padre se metió en medio para salvarle la vida». Sin embargo, el hombre no consiguió separar a los animales, a los que se unió rápidamente el segundo perro de la mujer, y sufrió graves heridas en nariz, boca, cara, manos y brazos. Fue trasladado de inmediato al Hospital Universitario Central de Asturias con «el cartílago de la nariz partido y magulladuras por todo el cuerpo«, ha relatado el hijo.

Ahora, y después de dos días en el HUCA y una reconstrucción facial de por medio, el hombre ya está en su casa, sometiéndose a curas diarias. «Los médicos dicen que podría perder parte de la nariz si aparece necrosis«, ha advertido el hijo, que lleva desde el martes sin acudir al trabajo para cuidar de su padre y su mascota. Por su parte, 'Maggie' también quedó gravemente herida. »Tiene siete drenajes y siete heridas de más de diez centímetros cada una, aún no sé si va a salir de esta«, ha manifestado el hijo.

En ese sentido, y en declaraciones a este diario, el hijo del afectado también ha señalado que el marido de la mujer cuyo perro «atacó a mi padre» se puso en contacto con la familia el mismo día del suceso para «tratar de convencernos de que no interpusiésemos demanda« y »afirmando que él correría con todos los gastos médicos y de veterinario«.

Aun así, la mujer del afectado, mientras su hijo volvía del trabajo en Avilés para hacerse cargo de su padre y de su perra, acudió a las dependencias de la Policía Nacional para interponer la denuncia correspondiente contra la propietaria de los perros ya el mismo martes. Lo hizo, portando la fotografía de la mujer, de 29 años y residente en las proximidades del práu de Santa Isabel, que no tardo en ser localizada. Así, y según el testimonio el hijo de la víctima, el perro atacante «no llevaba bozal, es imposible». Además, también enfatizó que los culpables del suceso «no son los animales, sino sus dueños por su irresponsabilidad». «¿A quién se le ocurre?».