Accidente mortal de tráfico

«Que se haga justicia: un desgraciado deja a un niño huérfano y a una mujer viuda»

Juan, que trabajaba como comercial en la distribuidora de bebidas Industrias Cima, perdió la vida en un accidente en la madrugada del sábado y su mujer y el pequeño resultado heridos; en un choque frontal contra un vehículo que circulaba en sentido contrario por la M-50, a la altura de Alcorcón, en Madrid, y cuyo conductor, un colombiano de 35 años que también resultó herido, presentaba signos de embriaguez, según las primeras investigaciones de la Guardia Civil. Los análisis toxicólogos confirmarán si había bebido o no.

Todo ocurrió pasadas las tres de la madrugada. La familia ovetense había salido de San Claudio a última hora del viernes, tras despedirse de sus conocidos. Le separaban más de mil kilómetros de su destino. A la altura de Alcorcón, en el kilómetro 62, les sobrevino la fatalidad. El colombiano llegó a avanzar «siete kilómetros» por el carril contrario, con un vehículo sin seguro y diecinueve años de antigüedad y sin haber pasado la ITV, según informó ayer el periodista Nacho Abad. Varias llamadas alertaron al 112 de un «kamikaze» en la M-50, pero no dio tiempo a darle el alto. El ovetense, según estas mismas fuentes, intentó esquivarlo y logró salvar a su familia, pero él murió fruto del impacto. Los servicios sanitarios intentaron reanimarlo sin éxito. Clara y su hijo fueron trasladados al hospital 12 de Octubre. El otro conductor, también herido y que fue excarcelado por los Bomberos, ingresó en el Puerta de Hierro, con lesiones y una fractura de pelvis.

El abogado de la familia, Luis González Álvarez, avanzó ayer que se presentará como acusación particular esta semana. A la espera del avance de la investigación, la Guardia Civil le imputa al menos un delito de homicidio imprudente y otro contra la seguridad vial.

Fernández, muy aficionado a las motos, «era un chaval encantador y siempre muy dispuesto; una maravilla», describió con pena Sánchez, que ya se ha puesto en contacto con familiares de su amigo y espera viajar a Asturias pronto para reunirse con ellos. El almeriense lo tiene grabado en su móvil como 'Juanchín'; en San Claudio, muchos le conocían como 'Juanín'. El pueblo sigue conmocionado por su pérdida y cómo se ha roto una familia muy querida por su carácter alegre y extrovertido. El matrimonio solía a salir a tomar algo por los bares de la localidad y estaba muy integrado. «Hace mucho tiempo que no veía a todo el pueblo tan apenado», reconoció ayer Luis Miguel Fernández, presidente de la asociación de vecinos de San Claudio.

La petición de que se haga Justicia si efectivamente el otro conductor circulaba bajo los efectos del alcohol y era consciente de que en sentido contrario, es unánime: «Estamos todos de acuerdo», dice Diana Cachero, del restaurante Las Palmeras. Ella y su marido, David García, conocían mucho a Juan y Clara. «Estamos en shock porque era muy querido de verdad».