Veinte minutos que pueden salvar vidas

Cuando los agentes de tráfico de Ribadesella salieron a patrullar la mañana del 20 de enero, no esperaban tener que salvar a una mujer con sus propias manos. La conductora, de 63 años, había sufrido un ictus y sus acompañantes habían llamado al 112. Antes que los sanitarios llegaron los agentes que sacaron a la mujer del vehículo, practicándole reanimación cardiopulmonar (RCP) durante 20 minutos. En la maniobra no se les rompió ni una costilla. «En un momento de pánico o tienes automatizados los movimientos o la persona se te va», ha explicado esta mañana el teniente Jefe del Destacamento de Tráfico de Ribadesella, Jorge Santamarina, durante una jornada de formación en el cuartel del Rubín.

La sesión, a cargo de formadores del Instituto de Emergencias, IEDUCAE, tiene por objetivo hacer que los agentes pierdan el miedo a practicar distintas maniobras de rescate. A lo largo de la semana, 280 agentes del destacamento, repartidos en grupos, aprenderán a practicar RCP entre dos compañeros, inmovilizar a una persona accidentada o excarcelar a alguien de un vehículo, conscientes de que en carretera «cada minuto cuenta».

Cada vez son más los incidentes con los que se encuentran los agentes de tráfico en su día a día: accidentes, infartos, bajadas de tensión o pérdidas del control fruto de algún tipo de sustancia. «En los talleres se enseña a los agentes a actuar en función de las distintas casuísticas que puedan encontrar en carretera», ha apuntado el director de formación del Instituto de Emergencias, Juan Luis González Camblor.

La idea es que después sean ellos mismos quienes, en un momento dado, puedan recurrir a estas técnicas para salvar vidas. Esta formación se realiza desde 2016 en el cuartel del Rubín, aunque las sesiones se suspendieron durante la pandemia.