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Los agentes tratan de calmar al hombre en el simulacro. Mario Rojas

Gran realismo en un simulacro en Oviedo para evitar un suicidio

Paciencia, empatía y ganar tiempo son claves. Policía Local, Bomberos y Protección Civil escenificaron en plena calle el protocolo de actuación para salvar vidas en estos casos

Paz de Alvear

Oviedo

Jueves, 25 de abril 2024, 18:56

Las cifras lo dicen todo. «Once personas se suicidan a diario en España; cada dos horas y cuarto, tenemos una víctima de suicidio consumado; multiplicando eso por 20 intentos que afortunadamente se quedan en intentos». ¿Lo más preocupante? «El segmento de la edad ha bajado. Hemos tenido hace tres años aproximadamente casos de 6 o 7 niños menores de 15 años y el año pasado superamos los 20. O lo atajamos o tenemos un futuro bastante amargo». Lo dice Carmelo Vega, exjefe supervisor del cuerpo de bomberos de la comunicad de Madrid e instructor del curso de intervención ante tentativas de suicidios que durante tres días ha impartido en el edificio de Seguridad Ciudadana a la Policía Local, Bomberos y Protección Civil. Este jueves finalizó con un simulacro en el que los agentes 'salvaron la vida' a dos hombres en crisis suicida: uno pacífico y otro muy agresivo. El propio instructor se metió con un enorme realismo en la piel de ambos.

En el primer simulacro, la víctima, que trataba de arrojarse al vacío, desistió gracias «a la palabra» de los agentes y, entre gemidos y sollozos fue felizmente conducido a una ambulancia. En el segundo, también jugó un papel importante la comunicación de los agentes, pero la intervención se tornó más compleja. 'Bernardo', un empresario imputado y ahogado por temas económicos, estaba «muy afectado por el alcohol, no razonaba, sufría una incoherencia absoluta». En este estado, amenazó en varias ocasiones con arrojarse al vacío, poniéndose de pie en una barandilla, mientras dos agentes, a los cuales insultaba, intentaban convencerle de que dejara en el suelo la botella –la cual terminó haciéndola añicos– y bajara al encuentro de su hijo, «que no querría verle así». Los policías y bomberos participantes aprovecharon un descuido de Bernardo para reducirlo «utilizando la fuerza lícita necesaria no lesiva» y ponerlo a salvo.

¿Cuál es la clave? «Mucha paciencia, mucha empatía e intentar ganar tiempo.Cuanto más tiempo, más información y cuanta más información, mejor podemos actuar», explicó el subinspector de la Policía Local Javier Iglesias.

Una importante formación que da sus frutos. A la subinspectora de la Policía Local Tamara Pérez Montero, asistente a la primera edición de este curso –se ha celebrado la segunda– le dio las herramienta necesarias para acercarse a una señora de edad avanzada que amenazaba con tirarse por la ventana de su piso. «Tienes que hablar con ella para saber por dónde tienes que encaminar la situación», detalló. «Hay que contener la prisa porque a veces al ver una situación tan grave quieres inmediatez, pero debes tener paciencia siempre». En este caso, junto a sus compañeros, salvó una vida real.

«No todas las personas que se suicidan tienen una patología mental»

Carmelo Vega, instructor de la formación, lanzó una advertencia: «De suicidio ni se ha querido hablar ni se habla ni se trata», A su juicio, la pandemia creó ciertas ansiedades y unos pequeños índices aumentaron respecto a los casos de suicidio, pero eso podría disfrazar la realidad». Con once casos de suicidios al día en España,Vega señaló a «un descuido de la salud pública que no atiende la salud mental». «No se puede seguir manteniendo que toda persona con ideación suicida tiene una patología mental. No todas las personas que se suicidan tienen una patología mental».

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