Francisco Blanco Álvarez deja su cargo como director de la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de Oviedo. Se jubilará en los próximos meses tras una vida entera dedicada a la docencia y la gestión universitaria desde finales de los años noventa.
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-¿Qué destacaría de su gestión al frente de la escuela?
-De estudiante a profesor y desde 1998 que entré en el equipo directivo, al final son veintidós años y medio. Imagínese, muchas cosas, pero destacaría el trabajo que hubo que hacer para adaptar los planes de estudio al Espacio Europeo de Educación Superior.
-¿Qué le parece Bolonia? Una de las quejas es la burocracia interminable.
-La burocracia nos come. Son comisiones para todo, acreditaciones de la Aneca y todos los trámites que hay que repetir constantemente. Qué opino yo, que el plan de estudios que tenemos ahora me gusta menos que el de antes. Soy partidario de hacer algo que ya están haciendo en Italia y Portugal, que es el máster integrado con un único trabajo final.
-Le tocó dar clase mientras las minas estaban cerrando, ¿cómo preparaban a los alumnos?
-Vamos a ver, el ingeniero de Minas, en contra de lo que la gente piensa, es versátil y polivalente: energía, materiales... Y en cuanto a la minería... sí, efectivamente, cierra la del carbón pero nos sigue quedando la del oro, la del zinc y campos de trabajo en investigación de nuevos materiales, o tierras vinculadas a las telecomunicaciones y a las renovables, que son dos temas muy importantes.
-La ubicación de la escuela y su traslado a Mieres fue polémico, ¿cómo está el edificio?
-Es un edifico con sesenta años y como ocurre con las personas, que nos salen arrugas, tiene algunas. Pasamos la 'ITV' de los edificios y nos dijeron que estructuralmente está perfecto para otros cincuenta años. En cuanto a eficiencia energética, es otra cosa pero tenemos el compromiso de que se vayan renovando las ventanas. Nos dimos cuenta de que cuando encendíamos la calefacción lo que hacíamos era calentar la calle.
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-¿Con qué se queda de todos sus años en la gestión?
-Recuperar el certamen de minerales en la escuela fue importante. Que nos dieran la Medalla de Oro del Ayuntamiento también, o el tema del cambio nombre. Quisimos que Energía y Materiales estuvieran para reflejar bien la titulación y lo conseguimos bastante rápido. Y puede ser anecdótico pero haber tenido un equipo de fútbol en categoría federada, yo que soy muy futbolero, lo guardo como algo especial. Estuvimos casi diez años compitiendo contra el Covadonga, el Juvencia... Fue un hito. Y por último la colaboración con la empresa. el aula HUNOSA, los seminarios de EdP... Me quedó conseguir el de Arcelor.
-¿Y qué le hubiera gustado hacer?
-Lo más importante y espero que el siguiente equipo directivo siga con ello es el grado de Energías Renovables. Se aceptó en 2018 cuando nos dimos cuenta que 18 créditos en renovables no eran suficientes. Es el futuro y espero que se consiga, y eso que hubo recelos en Gijón y Mieres.
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-Se mezcla la política en estos asuntos, pasa con el de Deportes.
-Lo dice usted bien, se mezcla pero espero que se apruebe y se empuje para que quien lo propuso, la Escuela de Oviedo, lo imparta.
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