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Gaspar Llamazares Trigo (Logroño, 1957) ha conseguido lo inimaginable hace ahora un año y medio: Abrir poco a poco el muro infranqueable de la mayoría absoluta de Alfredo Canteli para terminar firmando un acuerdo con el PP que incorpora lo que él denomina una « ... adenda de compromiso social» al presupuesto municipal. El jueves, los tres ediles de IU-Convocatoria por Oviedo darán sus síes a la aprobación definitiva de las cuentas. Satisfecho con el trabajo realizado, quita hierro a las críticas del resto de partidos de la oposición y se enorgullece de que la ciudad vaya a contar en los primeros meses del año con una oficina de vivienda.
–¿Ha funcionado su política útil?
–Entre las nubes y el ruido aparecen rayos de luz. La Vega podía parecer flor de un día, pero luego llegaron el acuerdo del Calatrava y el consenso con respecto a la Fábrica de Gas. Hay un punto de inflexión en relación a la política útil. Desgraciadamente, la polarización lo contamina todo, si bien hay que seguir haciendo esfuerzos, porque nos jugamos la regeneración de la vida política y el ámbito local es el más favorable.
–Finalmente votarán sí al presupuesto.
–Algunas de nuestras negociaciones estaban incorporadas al proyecto inicial, por eso nos abstuvimos, y otras se han ido sumando en los últimos días. Hemos ido avanzando todo lo relativo a la política de vivienda y también estamos ante lo que podemos denominar una adenda de compromiso social y ciudadano a los presupuestos. Compromiso social que tiene que ver con las contratas de servicios básicos y con la organización de los servicios sociales, más orientados a lo comunitario que a lo subvencional; por otra parte, un giro ciudadano en el sentido de incorporar políticas de igualdad o los compromisos en relación con la dinamización de la participación.
–¿Diría que la influencia de IU en el PP es real?
–Sí. Hemos influido en que los principales retos en materia urbanística del Ayuntamiento sean objeto de diálogo y acuerdo importante, en algunos casos, como La Vega o el Calatrava. En otras materias, con las que tienen que ver con la vivienda y lo social, se abre una perspectiva para que en Oviedo, además de la prioridad del PP relativa a la turistificación, que creemos que hay que moderar, se abran otras prioridades. Si queremos algo en este acuerdo, aparte de la vivienda, es la integración territorial, porque en la zona rural está muy lejos de conseguirse. El diálogo y el acuerdo es más útil que la confrontación y el ruido. La mayoría absoluta del PP representa una parte mayoritaria de Oviedo, pero necesitaba integrar al Oviedo social y del extrarradio, y también colaborar con otras administraciones de las que formamos parte.
–En esas administraciones también está el PSOE y el clima no es ni parecido en Oviedo.
–El PSOE tiene una estrategia de oposición clásica crítica, pero nosotros creemos que a eso hay que añadir el compromiso y la colaboración. Lo creemos en Oviedo y en el contexto general. Estamos abriendo este camino y estamos convencidos que acabarán viniendo todos los grupos municipales. Un ejemplo es La Vega. Hay más discrepancias en el tema del Calatrava, que es una patata caliente y hay que tomar una decisión valiente para que eso no quede siendo un agujero negro.
–¿No le genera ninguna duda la compra del Calatrava?
–Hay un informe favorable y desde el punto de vista legal no tienen ningún tipo de resquicio. Desde el punto de vista político uno debe pensar si debe dejar junto a la zona muerta del viejo HUCA un agujero negro en un barrio que corre el riesgo de convertirse en periférico. El precio que se ha pagado bien vale lo que se puede hacer por el barrio y por Oviedo. Si se consigue completar la labor de congresos con una labor social y cultural como el centro integrado y la biblioteca, habrá sido una decisión útil. Su cierre tiene un coste inasumible comparado con su valor.
–Vox les acusa de firmar un pacto de intereses.
–Los grupos de oposición hacen su política. Lo que hay que destacar de Vox es que está en el extrarradio de la política local. No así en la política general y europea. Es un valor el hecho de que este diálogo entre la derecha y la izquierda deje fuera posiciones políticas y colectivos de ultraderecha. Qué menos que poner en valor en favor de los ovetenses nuestra posición en el Principado y en el Gobierno central para que en Oviedo aparezca una política activa de vivienda pública. Y si aparece una oficina de vivienda, aunque no llegue a la empresa pública de vivienda que proponíamos, creemos que estamos haciendo un trabajo favorable.
–¿Cree que el PP tiene la intención real de solucionar el problema de la vivienda en Oviedo?
–La realidad se impone. El PP de Málaga y de otras ciudades que sufren la presión de la vivienda turística cambian de posición y declaran zonas tensionadas. Eso está cantado. Va a formar parte del trabajo de la oficina de vivienda junto, por ejemplo, a estar integrados en el programa de vivienda accesible del Principado y el de movilización de vivienda vacía, que en Oviedo hay unas 17.000. Una oficina que establezca estímulos para facilitar su salida al mercado y el Principado ofrezca garantías al inquilino y al propietario. Es verdad que no es toda la política de vivienda que pondríamos en marcha, pero somos conscientes de quién gobierna.
–¿Cuándo estará funcionando?
–Ya está presupuestada en este acuerdo y por el Principado y empezará a funcionar en el primer semestre del año. Por otra parte, nuestro cálculo sobre las más de 300 viviendas que se van a poner en marcha en Oviedo es que la licitación salga durante el segundo semestre. Ya hemos definido los espacios (San Lázaro, Otero, La Estrecha y San Claudio) y ya hay la cesión al Principado y es efectiva a partir del próximo año.
–¿Qué le diría a todos esos jóvenes que necesitan ya una solución de vivienda?
–Por eso la alternativa es la movilización de la vivienda vacía y es una de las prioridades de la oficina de vivienda. La fórmula que hemos elegido es, por un lado, incorporarnos al programa de movilización de vivienda vacía del Principado mediante un acuerdo de cinco o seis años; por otro lado, utilizar bonificaciones por parte del Ayuntamiento para favorecer que esas viviendas salgan al mercado. También proponíamos utilizar una suerte de IBI que penalizase la vivienda vacía, pero eso no lo conseguimos y por eso no compartimos las ordenanzas. Aunque dentro de las ordenanzas sí está renegociar con el Gobierno central la aplicación y distribución de la tasa de basuras.
–¿Sus votantes están contentos con su acercamiento a Canteli?
–Entre los militantes de IU hay consenso en cuanto a la estrategia de acuerdos y oposición útil. Por parte de los ciudadanos, no tengo encuestas, pero tengo la impresión de que, aparte de criticar lo mal hecho, que es mucho, ven favorablemente el respeto mútuo y la búsqueda de coincidencias y acuerdos en materias en las que se juega con las cosas de comer y el futuro de Oviedo.
–La Zona de Bajas Emisiones reducirá la contaminación en el centro. Pero, ¿y el resto?
–Creo que a la fuerza el PP tendrá que revisar su política de movilidad, porque sus medidas parciales no solucionan los problemas.
–Hable del Plan General.
–No hay mucha ilusión por parte del equipo de gobierno, pero el acuerdo es volver a sacarlo para darle continuidad y terminarlo. Necesita una fase final de síntesis que podía abordarse en un periodo de tiempo corto para que esté aprobado en el mandato y que otras cuestiones como La Vega se lleven a cabo a través de modificaciones puntuales. Hemos comprometido con el PP que salga a licitación en los primeros meses del año.
–Y el centro de Tess Defence… ¿Tenemos opciones reales de que se quede en Oviedo?
–El debate público sobre eso nos viene mal. El Ayuntamiento también debe tener vocación industrial e historia industrial para avalarla. En el resto, discreción con respecto a la negociación y unidad para apoyar que esas instalaciones se produzcan en Oviedo sin pujas y competencia con ayuntamientos limítrofes que pongan en cuestión la actividad o los empleos.
–La Cámara decía que había que enfocarlo con vocación metropolitana.
–Pero preferentemente en Oviedo. El municipio ya cuenta con una instalación industrial dura y no es pedir mucho que una instalación tecnológica esté en Oviedo y que pueda tener reflejo en alguna de las instalaciones de La Vega. No sólo un museo de defensa como quiere el ministerio, sino que haya alguna referencia en materia de ingeniería y de desarrollo. Oviedo tiene esa vocación y hay que ponerla en valor.
–¿Qué resultado ha tenido la investigación de IU federal a su exasesor?
–En esa materia lo importante es respetar a las víctimas y también la presunción de inocencia. Ahí él actuó de forma inmediata. Espero que se resuelva lo mejor posible y cuanto antes. La investigación es algo que realizan a nivel general; yo no tengo relación con la comisión y es una comisión independiente.
–Movilidad. La Sindicatura de Cuentas ha recomendado al Ayuntamiento que actualice su plan de movilidad urbana sostenible y este responde que será para 2025. ¿Llega tarde?
–Por supuesto. Arrastramos los pies y llegamos tarde, tanto con la Zona de Bajas Emisiones como con respecto al PMUS y la actualización de las líneas de transporte urbano. Nosotros creemos que no se puede quedar rezagado el Ayuntamiento. Intentaremos que esa cuestión se agilice. Hemos logrado incluir en el acuerdo todo lo relativo a que en los próximos meses se encargará la estrategia de renaturalización y ya culminará el plan para luchar contra el cambio climático, casi ahora a final de año, y esos instrumentos deben servir para que Oviedo abandone visiones del siglo XX y se incorpore al siglo XXI con un cambio de la movilidad. Todo un reto.
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