La galería del Calatrava, llena de óxido y goteras

El óxido abunda por la fachada del Calatrava. También, los desperfectos y las goteras. Los días lluviosos, explica el presidente de la asociación vecinal de El Cristo, Ramón del Fresno, se ponen «cubos para recoger el agua». Los grafitis amanecen con los días, al igual que los desperfectos en el pavimento o los charcos de agua «que se acumulan en el acceso de lo que era la galería comercial», cerrada hace más de dos años. Y su interior, como se puede observar a través de las cristaleras, está lleno de excrementos de aves que por allí se cuelan.

En este estado se encuentra parte del edificio diseñado por Santiago Calatrava, la que atañe al centro comercial, cuando se cumplen quince años de la inauguración del complejo. Esa galería vaciada encara un nuevo futuro de la mano del fondo de inversiones suizo Varia Structured Opportunities, matriz del gigante inmobiliario Stoneweg , que aceptó la dación en pago de los 40.000 metros de la galería tras la fallida subasta. Era el principal acreedor, ya que la anterior gestora le debía 5,4 millones. Junto con el Ayuntamiento -que se quedará con 20.000 metros- impulsarán un recinto ferial y de ocio.

Pero resta mucho por hacer. El edificio está «lleno de necesidades», apunta Del Fresno, básicamente porque «nunca hubo un mantenimiento del exterior del edificio». «El estado es vergonzoso cuando estamos hablando de 40.000 metros cuadrados de unas instalaciones relativamente jóvenes». Las mejoras para ponerlo al día serán «costosas» para sus nuevos propietarios, Las escaleras de emergencia, ejemplifica, «se encuentran asquerosas, por lo que el coste de la limpieza mete miedo». De momento, su reforma está sin cuantificar.

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