La galería del Calatrava de Oviedo se encuentra «en buen estado» y esperar recuperar usos a partir de 2025

Tras el limpión en las últimas semanas, el Ayuntamiento confía en dar varios pasos de forma paralela, con el objetivo de recuperar la actividad el próximo año. Cuesta explicó que tras pasar a propiedad municipal los 45.000 metros cuadrados, «se reactivó de manera muy intensa el interés de determinados actores, tanto públicos como privados, para poder implantarse». Unas opciones «en periodo de maduración» con varios futuros usos, primando la instalación de empresas para «aportar riqueza, empleo y consecuentemente bienestar y prosperidad» tanto para Buenavista y El Cristo como, extendió, para todo Oviedo.

Habló de empresas y de entidades, pero sin dar más pistas porque «no es el momento de desvelar ninguno de esos contactos pero existen». A medida de que se cierren los acuerdos, el gobierno local definirá cómo readecuar los espacios. «Hay que empezar definiendo el objeto y la finalidad principal y a partir de ahí, los usos complementarios».

Principales o complementarios, el segundo teniente de alcalde mencionó también la intención de destinar otra parte a usos relacionados con el Palacio de Congresos, como un recinto ferial. «Si queremos ser un referente en esta materia, en la actividad congresual, es importante que contemos con los espacios necesarios para poder desarrollarla». Y fruto del acuerdo con Izquierda Unida-Convocatoria por Oviedo, la galería podría acoger igualmente «un equipamiento municipal complementario que tenga también un servicio directo a los propios vecinos». Entre lo barajado, instalar oficinas municipales o un centro social integrado. «Es un edificio enorme, hablamos de 15.000 metros cuadrados por planta, cabe una multiplicidad de usos aunque, sin ninguna duda, teniendo clara que la vocación de dinamización empresarial es la prioridad».

A la espera de avanzar esa definición, el Ayuntamiento trabaja en la puesta a punto. Ayer, las instalaciones estaban visiblemente recién saneadas y ahora se pondrán a punto. Tras considerar que parece «poco probable» la aparición de daños estructurales, los técnicos municipales han concluido que el estado de las instalaciones, la climatización, las escaleras mecánicas o los ascensores, «es correcto» y por tanto, «ponerlos en uso no parece que vaya a significar actuaciones de mayor alcance». La prueba de fuego, en cualquier caso, será cuando el Ayuntamiento logre ampliar la potencia del edificio –bajada a míninos por la anterior propietaria– para comprobar el funcionamiento real.

Por tanto, paso a paso, concluyó Cuesta, «estoy convencido, no estamos poniéndonos unos plazos mucho más lejanos, de que en 2025 algunas de esas alternativas van a fructificar». Para ir asumiendo las necesidades y obras, el presupuesto municipal incluye un millón de euros para cada uno de los próximos años del mandato.

Los tres portavoces municipales, acompañados por otros ediles, acudieron a la visita, en la que como anécdota se colaron, aunque sin seguir a la comitiva, dos parejas. El socialista Carlos Fernández Llaneza no se sorprendió por el aspecto de la galería: «No lleva tantos años cerrado como si fuera una pirámide de Egipto». Sí echa de menos «un plan de usos racional» y una previsión de gastos. La portavoz de Vox, Sonsoles Peralta, incluso ironizó con el estado de conservación: «Al final, cuando llevas invitados a casa, la tienes más o menos recogida». Sin embargo sí cuestionó cómo se ha gestionado la compra o el plan de usos. «No pasa el tiempo por el Calatrava», describió Gaspar Llamazares, de IU, quien apostó por combinar los usos empresariales y comerciales con servicios a la ciudadanía, que pueden ser culturales o para descentralizar la administración local.