Los depósitos del Cristo cumplen dentro de quince días 16 años acabados y sin entrar en servicio. PIÑA

Una fuga en la válvula del desagüe al río Gafo frena de nuevo la traída de agua

La avería impide la puesta en servicio de los depósitos de agua del Cristo, que llevan 16 años acabados y sin haber funcionado nunca

G. D. -R.

OVIEDO.

Domingo, 2 de febrero 2020, 01:16

Tampoco de esta. Una nueva fuga, localizada en la válvula del desagüe al río Gafo, impide de momento la puesta en servicio de la nueva traída de agua y, con ella, la de los depósitos de El Cristo. La pérdida es ... de orden menor -unos tres litros por segundo-, pero afecta a una pieza importante, tal vez deteriorada durante su accionamiento: es el desagüe más próximo a los depósitos y hasta que no se solucione la tubería no entrará en funcionamiento.

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Tampoco es que el retraso se vaya a notar mucho. El próximo 19 de febrero se cumplirán justo 16 años desde que los por entonces secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández; presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, Fernando González Landa, y alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo (todos del PP), abriesen una llave y diesen por inaugurados, a las puertas de las dramáticas elecciones de aquel 2004, los nuevos depósitos de agua de El Cristo, formados por tres tanques de, cada uno, de 25.000 metros cúbicos.

Solo tras la derrota electoral de los populares, se supo que los reservorios ni siquiera estaban conectados a la red de abastecimiento de agua de la ciudad, una obra que se realizaría en 2009 con cargo al Plan E. Desde entonces, han pasado otros once años esperando a que el agua entre por el otro lado con los depósitos cerrados al cal y canto y deteriorándose y con dudas sobre su estado estructural, que no se solventaron hasta el mandato pasado cuando el equipo de gobierno encargó un estudio sobre su seguridad.

Las pruebas determinaron que no registraban pérdidas y tampoco aparecían fisuras o deformaciones de las losas de hormigón. El terreno bajo estas tres moles de hormigón que costaron 14 millones de euros, aguanta. Eso sí, «dados los antecedentes de asentamientos del terreno sobre el que se asienta el depósito sería recomendable» que el Ayuntamiento realice «un seguimiento continuo mediante monitorización de la estabilidad de toda la estructura durante a lo largo de su vida útil». Es uno de los trabajos que ya ha hecho el Ayuntamiento para su puesta en servicio, pero aún así el agua no llega a los depósitos.

Constantes fallos

Los tanques están conectados a la red de la ciudad, pero no a la nueva traída de agua, en cuya puesta en servicio trabaja el Ayuntamiento con la concesionaria del servicio de Aguas, Aqualia, después de decenas de incidencias y reventones. La anterior a la actual del desagüe, una fuga a la altura de Venta del Aire, cuya reparación se demoró varios meses por incidentes que pasaron desde la prórroga presupuestaria del Estado hasta una baja por enfermedad del soldador encargado de los trabajos.

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Localizar la fuga fue también trabajoso. Hubo que emplear un robot y deslizarlo por los ocho kilómetros de la conducción para detectar gracias al sonido la fisura. Cuando cesó, gracias a la reparación el ruido de esta, se pudo escuchar la nueva pérdida.

Debería de ser la última de una larguísima serie de incidencias. Tantas, como para que, en marzo de 2014, después de 11 roturas en otros tantos intentos de puesta en servicio de la nueva conducción, el Ayuntamiento «devolviese» a la Confederación Hidrográfica la traída para que fuesen los técnicos de esta y de la contratista de las obras las que solventasen los problemas.

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Tampoco. La encargada de la obra Isolux Ingeniería y Corsan Corviam, bajo la supervisión de los técnicos de la Confederación Hidrográfica, vieron como la conducción volvía a reventar un año después. El fallo y otras dificultades convenció al Ministerio de Medio Ambiente de que existían problemas de diseño y encargó obras para la mejora de la aireación de la conducción. La colocación de nuevas válvulas ha minimizado la formación de bolsas de aire durante la puesta en presión de la traída, de casi 8 kilómetros y con tres sifones importantes que salvan otros tantos valles, pero ha hecho evidentes las fugas.

La traída incluye la tubería principal, de un metro de diámetro y fundición dúctil, entre la potabilizadora de Cabornio y los nuevos depósitos de El Cristo, y dos auxiliares para el bombeo subálveo del Nalón y la de desagüe de los depósitos hasta el río, de 65 y 40 centímetros de diámetro respectivamente. Su construcción, costó 9 millones de euros. Hace ya diez años que está terminada sin que haya sido posible su entrada en servicio. Oviedo bebe aún de un tubo de fibrocemento.

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