Premio del Euromillones en Oviedo

El agraciado con el millón en Oviedo, un habitual comprador de lotería al que le cambió la suerte

La suerte sigue agarrada con fuerza al estanco de la suerte de la calle Jovellanos de Oviedo. Este viernes por la noche la administración sacó un premio de un millón de euros de Euromillones.

El agraciado es un cliente habitual de esta administración que selló el boleto el pasado miércoles y que este sábado por la mañana se acercó a la administración para celebrar con los propietarios la suerte que ha tenido. Lo desvelaba uno de los propietarios de la administración Julio Acebal Muñiz, que regenta el establecimiento junto a su hermana Rosa, aunque no quiso revelar el nombre del cliente. «Hace años que juega a las loterías todas las semanas y nunca le toca nada o casi nada. Este año le empecé a decir que me encargaba personalmente de que tuviera suerte y ya me estaba poniendo nervioso porque se acababa el año y no le tocaba nada, pero al final lo conseguimos y el azar hizo su trabajo», explicaba Acebal.

El Millón de Euromillones se trata de un código que aparece en el boleto junto a la combinación del número y estrellas elegidos y que otorga un premio de un millón de euros. El propio sorteo de Euromillones que el pasado viernes albergaba un bote de 240 millones registró un ganador de Austria. En España, hubo un boleto acertante de segunda Categoría (5 + 1) que fue validado en la localidad murciana de Casillas y que recibirá un premio de 1,58 millones de euros.

Este premio de un millón de euros engrosa el cofre de la suerte de esta administración que en su currículum puede presumir de haber dado tres veces el Gordo del sorteo de la Lotería de Navidad (2012, 2018 y 2022) el primer y segundo premio del sorteo del Niño en 2021 y un premio de 200.000 euros en el sorteo de la Bonoloto. «En total calculamos que desde que abrimos como lotería en 2010 hemos repartido unos 13 millones de euros», ha explicado el titular de la administración.

El estanco abrió como expendeduría de tabacos en 1931 y se transformó en el estanco de la suerte a raíz «del premio gordo que dimos en 2012 porque ya pensábamos llamarlo así, pero nos parecía un poco sobrado. Cuando dimos el Gordo no tuvimos dudas». La familia Acebal ha ido creciendo en el mundo de la lotería y desde 2017 se disfrazan para la campaña de Navidad. «El primer año nos compramos una chaqueta con tréboles de la suerte y en 2018 otra con unos muñecos azules de Navidad. Si toca nos ponemos las chaquetas para celebrarlo».

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