Los agentes Antonio Martos, José Manuel Aguilero y Pablo Viejo, a las puertas de la comisaría de la Policía Nacional. álex PIña

«Entramos porque una vida estaba en peligro»

Dos policías nacionales no dudaron en combatir las llamas de un piso en Ventanielles para evitar una tragedia, aunque sus inquilinas ya no estaban

ROSALÍA AGUDÍN

Miércoles, 2 de diciembre 2020, 20:57

El pasado jueves, por la noche, se desató un incendio en el segundo piso del número 22 de la calle Río Nalón que puso en peligro la vida de una madre y su hija, de 17 años, pero también de los policías que ... acudieron a su rescate. La rápida intervención de una vecina, que auxilió a las víctimas que se resguardaron de las llamas en su vivienda, y de la Policía Nacional fue decisiva para que no ocurriera una tragedia.

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Los agentes no dudaron en arriesgar sus vidas y entrar en la vivienda afectada para combatir las llamas con el extintor que llevan en el vehículo policial. Creían que la joven de 17 años se hallaba en el interior de la vivienda. La casa, sin embargo, estaba ya vacía.

Lograron controlar las llamas, hasta la llegada de los Bomberos, pero resultaron también intoxicados. Al salir, una UVI móvil les esperaba: «Nos atendieron en el mismo lugar» y una vez recuperados, los agentes Antonio Martos y Manuel Aguilero recibieron el alta, aún así padecieron problemas respiratorios durante dos días a causa del humo inhalado. El tercer policía implicado también en la operación, Pablo Viejo, no tuvo que entrar en la casa en llamas. Se hizo cargo de la operación mientras sus colegas eran atendidos por los sanitarios.

Casi una semana después del suceso, explican a EL COMERCIO que volverían a enfrentarse a las llamas sin dudarlo. «Había mucho humo en el piso y entramos porque había una vida en peligro», justifica Antonio Martos. Pensaban que la joven de 17 años estaba atrapada en el domicilio porque cuando vieron a su madre en la casa de la vecina «estaba tan nerviosa que solo le entendimos la palabra 'hija'», relata.

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Con suma precaución entraron en el piso en llamas. Una sartén con aceite al fuego había sido la causante. Tras observar la situación, bajaron a por el extintor del coche. «Ralentizamos la propagación del fuego y evitamos que pasase lo que ocurrió el domingo en el edificio de Ciudad Naranco».

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