Responsables de la Consejería de Transición Ecológica con los miembros de la asociación Naranco Norte. R. A.

La EDAR de Villaperi reducirá un 45% los fangos con la nueva planta de gestión de lodo

El número de camiones a Cogersa descenderá de 1.200 a 400 y se aplicará un nuevo tratamiento para eliminar los olores que sufren los vecinos

Viernes, 18 de octubre 2024, 02:00

. El Principado quiere reconvertir la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Villaperi en un centro de referencia de economía circular. Su objetivo principal ... es garantizar que el agua de consumo humano no falte a pesar de los episodios de sequía –se esperan cada vez más largos y con más frecuencia por culpa del cambio climático– y garantizar que la industria tenga acceso al abastecimiento gracias a la reutilización del agua en dimensiones comparables a lo que es el embalse de Tanes.

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Además de esto, la Consejería de Transición Ecológica construirá una planta de cogeneración de energía eléctrica a través del tratamiento de los lodos. Algo que preocupa a la asociación de vecinos Naranco Norte porque temen que los malos olores que soportan irán a más. «Son bastante desagradables y nuestras propiedades se devalúan», indicó su presidenta, Marian Naredo. Así lo trasladaron ayer a la directora general del Agua, Vanesa Mateo, y al gerente de Cadasa, Manuel Gutiérrez, durante una reunión que mantuvieron por la mañana en la EDAR.

Durante su transcurso, los representantes del Principado les expusieron que con la nueva planta se hará un tratamiento adicional a los fangos para controlar los olores y será similar al que se usa en San Claudio. «De esta forma, argumentan, se resolvería el problema que tenemos», añadió Naredo.

El sistema tendrá más ventajas. La intención es que una parte de los fangos se reutilice para crear energía eléctrica que será utilizada por la propia EDAR. Este proceso permitirá reducir hasta el 45% de los fangos generados. Es decir, unas 11.000 toneladas por año menos y con esta disminución caerán a 450 los camiones anuales que acuden con los restos a Cogersa. «Nos han asegurado que no se prevé un incremento de las aguas residuales y queremos un protocolo para poder interactuar por si el problema de los olores no se soluciona».

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