Una «diversidad de usos», con un 50% más de edificabilidad

Para todo eso faltan años, en cualquier caso. El Principado quiere completar la tramitación urbanística este año, pero anda con la mosca detrás de la oreja después de que el Ayuntamiento tardase once meses en resolver las alegaciones -todas rechazadas- al documento de prioridades. Además, aunque la dirección general de Urbanismo corra con el plan especial, de nada servirá si, a la vez, el Ayuntamiento no avanza con la revisión parcial del Plan General para el ámbito. Mucha tarea para un área municipal atascada y que intenta a la vez, después de año y medio de parón político, reanudar el trámite de la revisión del propio Plan General de Ordenación.

Los dilatados plazos hacen que los vecinos miren con esperanza los usos provisionales, con el próximo traslado de Hacienda al edificio de Consultas Externas del ámbito mientras acomete las reformas necesarias en su sede de Santa Clara.

El mix, la mezcla de rehabilitaciones de edificios con derribos de la propuesta de los redactores, pone en jaque la conservación de «un importante patrimonio cultural distribuido en algunos de sus edificios y a lo largo de la historia de los mismos», señalan los autores de 'Hu-Camp! La campa de todos'. La Consejería de Salud, en previsión, aportó un completo inventario del arte mural repartido por la ciudad sanitaria en desuso para evaluar la posibilidad de trasladar las obras de aquellos casos en los que se prevea la demolición de la edificación o se pudieran ver afectadas por las obras de rehabilitación. Piezas de Bernardo Sanjurjo, José María Navascués, Antonio Suárez, o del arquitecto Fernando García Mercadal para las que los redactores proponen «su reubicación en otros edificios existentes o espacios públicos del nuevo ámbito de tal manera que se mantenga la memoria cultural del antiguo HUCA».