Alberto García, con su perra 'Rufa'. PABLO NOSTI .

La dignidad y preparación de un músico asturiano

Con aplomo. Líder del grupo 'Alberto & García', que ya está bien instalado en el panorama nacional de la música, es un músico formado y 'beatlemaniaco' reconocido, cuya otra gran pasión es cocinar y que le cantó a su familia la primera canción que compuso: «Digna, pero no para un concierto»

RAFAEL FRANCÉS

Domingo, 6 de agosto 2023, 01:40

Su perra 'Rufa' le acompaña a casi todas partes. Es tranquila como él. Con su gorra, sus gafas de sol, su barba -«cuando me miro al espejo veo demasiado pelo aunque en algún sitio ya se está yendo»-, su pose aplomada, su hablar pausado y ... un amor por la música que destila en sus palabras, sus gestos y en su mirada. Una mirada joven y que parece que aún tiene muchas cosas que contar, como sus canciones.

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De niño, guitarra en mano

Alberto García Fernández (La Felguera, 1987) es el líder del grupo 'Alberto & García', que fundó con su inseparable Dámaso García allá por 2011, «cuando grabamos un pequeño disco de seis canciones. A partir de ahí se forma la banda aunque tocábamos desde 2003». El despegue, en 2014. «Ganamos un concurso del programa 'La removida' en Radio nacional de España (RNE) y ahí nos tomamos ya totalmente en serio la profesión, y en ello estamos todavía».

De paseo por Oporto.

Una profesión, la de músico, que Alberto no entiende si no es desde intentar hacer las cosas bien y desde la dignidad porque «le doy mucha importancia al cómo se hacen las cosas más allá de si salen bien o mal». Ser un poco mejor cada día.

Con su grupo, en el aeropuerto de Lanzarote.

El camino hasta hoy comenzó con sus padres María y Alberto en La Felguera hasta los diez años, cuando la familia se trasladó a Oviedo, al casco histórico. «Tengo recuerdos de una infancia muy feliz, de mucho juego y mucho aprendizaje. Los veranos, en Libardón (Colunga)». La duda es si sus padres tienen aún el mismo recuerdo de felicidad teniendo en cuenta que su primer instrumento musical fue una batería. La infancia debió ser atronadora.

La música le viene de casa, pues la banda sonora de su niñez, más allá de la batería, está trufada de Radio Futura, María Dolores Pradera o Mercedes Sosa y el primer recuerdo de un disco es el del «recopilatorio rojo de The Beatles, que me apropié de casa de mi abuela y que me convirtió en una 'beatlemaníaco'».

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Es un músico formado en los Dominicos de La Felguera y Oviedo, en la Universidad de Oviedo en Historia y Musicología y en la Uiversidad de Kingston de Londres con un máster en Educación musical.

Su primera canción, «cuando sentí que realmente había escrito una canción», fue 'Canción de cuna', que «canté para la familia y que era muy digna para 14 años y pese a que no la cantaría en un concierto, me siento muy orgulloso de ella».

Asegura que cocina y es buen cocinero con más de cincuenta platos controlados y su estrella es el rollo de bonito. En algún momento se planteó dedicarse a la cocina porque «vengo de familia de muy buenos cocineros», pero «lo veo demasiado sacrificado y duro, y no saldría de una profesión dura como la música para meterme en otra igual de dura».

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Alberto García pasa el día escuchando música, aprendiendo de grupos nuevos, conociendo muchos otros y descubriendo antiguos discos porque «aún no he escuchado suficiente».

Cantante, músico, letrista, tranquilo, perseguidor del trabajo digno, cocinero, con gorra... Un músico indie y asturiano. Una persona sensata, pausada, preparada y capaz por los cuatro costados. Juventud asturiana que exportar.

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