Detenida una pareja en Oviedo tras acusarse mutuamente de maltrato

La primera visita de la Policía Local de Oviedo se registró pasadas las doce de la noche del viernes. Minutos antes, unos vecinos habían llamado al servicio municipal para alertar de un exceso de ruido y ambiente festivo en un piso de la plaza Primo de Rivera. Cuando los agentes timbraron a la puerta, una pareja les abrió. Ambos negaron la celebración, se disculparon y se comprometieron a bajar la música. El caso no sería reseñable si no fuera por la segunda parte.

Dos horas más tarde, el propio inquilino de la casa telefoneó de nuevo a la Policía Local: pidió asistencia urgente ya que, según relató, estaba encerrado en el baño porque su pareja supuestamente lo ha agredido y lo estaba «amenazando con matarlo a cuchilladas», según informaron ayer fuentes del servicio. El suceso terminó con los dos en los calabozos y un agente de la Policía herido.

«Arañazos y mordiscos»

Porque entremedias, cuando los efectivos municipales regresaron al piso, comprobaron que efectivamente el varón permanecía refugiado en el baño. Según las mismas fuentes, «tenía los brazos llenos de arañazos, mordiscos y golpes». La mujer, acto seguido, «se puso violenta» y cuando los agentes lograron tranquilizarla le requisaron un cuchillo escondido entre la ropa. Al explicarse, según su versión, contó que su pareja la había agredido, aunque en un primer reconocimiento visual los agentes no apreciaron lesiones.

El cruce de denuncias terminó con ambos en los calabozos del cuartel. Allí, la chica volvió a ponerse nerviosa y supuestamente «acabó hiriendo al policía que custodiaba» las celdas, indicaron. Ambos pasarán a disposición de la autoridad judicial para declarar sobre lo sucedido.