«El Desarme es un éxito total»

Si los cálculos del cofrade mayor del Desarme y propietario del Bodegón de Teatinos, Miguel Ángel de Dios, son acertados, entre el pasado día 14 y ayer los establecimientos hosteleros de la ciudad habrán repartido 25.000 menús del Desarme. Y no va muy desencaminado cuando ayer, día grande del histórico menú de la paz que conmemora el fin de las guerras carlistas en la capital asturiana, los locales que lo sirvieron lucieron hasta la bandera. «Llevamos llenos desde el viernes, hemos tenido muchísima más gente que en 2019, el último año bueno: ha sido un éxito total».

Así describió el cierre de la última jornada de garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche el propietario de la sidrería El Ferroviario, en la calle Gascona, Alberto Rodríguez, 'Berto'. «Esto sí ha sido una verdadera vuelta a la normalidad». Tanto, celebró, que en el caso particular de su establecimiento tuvieron que empezar a servir los menús el viernes pasado, un día antes de lo previsto, debido a la «alta demanda». Hasta ayer, resolvió el chigrero, «ha estado todo reservado para el Desarme».

Una fiesta que este año no ha podido contar con la celebración de recreaciones históricas de las batallas entre carlistas e isabelinos, pero que los organizadores confían en recuperar para el próximo año e incluyendo, además, a los vecinos de Oviedo en los festejos, a los que invitarán a vestirse con los atuendos de ambos bandos para reproducir las contiendas. Todo ello, para conseguir convertir la cita en un activo turístico más con el que lograr estirar la temporada estival hasta el otoño.

A escasos quince pasos de allí, la sidrería El Pigüeña, Marco Rodríguez, regidor de la casa, confirmaba la tesis. «Un éxito este Desarme, mucho mejor que el de hace dos años, habré repartido unos cuatrocientos menús». En sus palabras, la decisión de la Cofradía de estirar las jornadas durante casi una semana ha sido un «acierto». «El fin de semana estuvimos llenos para familias».

Una de ellas, en una de las mesas del comedor de la sidrería, se iniciaba en la tradición gastronómica apurando el plato de garbanzos. «Somos de Nava, pero vivimos en La Corredoria y es la primera vez que venimos a comer el Desarme. Nos ha sorprendido mucho, está muy bueno», aseguró Tina Cristóbal, acompañada de su marido Eloy Gonzalo y de su hijo Eloy. «Así, con fundamento», bromeaba este último, garcilla en mano.

Nadie quiso perdérselo. Ni siquiera el chef José Andrés, Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2021, que acudió al restaurante El Fartuquín a degustar los dos platos y el postre, donde aprovechó para conocer los entresijos culinarios de las cocinas de José Luis Suárez y Mari Fernández, los propietarios del local.