«No hay que derribar por derribar, sino rehabilitar»

Actualmente, está paralizado el proyecto de descontaminación, promovido por la propietaria de los terrenos EdP, y que supondría el derribo de ocho elementos de la fábrica: el antiguo comedor, los almacenes, el viaducto del tren y los estribos de los otros gasómetros hoy perdidos, el almacén subterráneo, la sala de conexiones de gas, la nave de la Popular Ovetense, el edificio de oficinas y la marquesina.

Estos derribos «se tienen que evitar», según la plataforma. Por ello, ayer volvieron a salir a la calle, al mercado del Fontán, para concienciar a los ovetenses de la «importancia de mantener lo que tenemos». Repartieron folletos y pegatinas y contextualizaron la situación con los vecinos que pasaron por la zona. «Volvemos a la calle para dar a conocer que existe la Fábrica de Gas y que existen alternativas», aseguró Diego Díaz, de la asociación vecinal Oviedo Redondo.

«El interés de la Fábrica de Gas lo tiene el conjunto y no las partes», explicó la arquitecta Adriana de los Santos. Desde Arquitectura de Asturias dicen que «el plan especial es anacrónico, basado en un urbanismo anticuado». «Sobran pisos en Oviedo y falta gente, hay que atraerla convirtiendo el conjunto en un centro de empresas».