![«No dejaremos el programa de 'Pobreza silenciosa'; hay verdaderos problemas»](https://s2.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2024/07/19/96424495-kOxB--1200x840@El%20Comercio.jpg)
![«No dejaremos el programa de 'Pobreza silenciosa'; hay verdaderos problemas»](https://s2.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2024/07/19/96424495-kOxB--1200x840@El%20Comercio.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
José Piloñeta Fernández (Laviana, 1961) ha vuelto a tomar las riendas del Rotary Club de Oviedo como presidente, sucediendo en el cargo a José Agustín Cuervas-Mons. Asume su responsabilidad con enorme ilusión después de haber ostentado la presidencia en tiempos de pandemia. Sin límites, ... ahora, persigue extender la colaboración del club a proyectos internacionales. Muy solidario, Piloñeta, en ese afán de ayudar a los demás, fue bombero de Oviedo hasta 2020, pero su perfil empresarial y emprendedor le llevó también a trabajar en el mundo de los seguros y actualmente tiene una empresa dedicada a servicios medioambientales. Es rotario desde el año 2014.
–¿Por qué?
–Mi amigo Ángel Menéndez Martínez, el padrino que me introdujo, me pidió que lo acompañara y comencé a asistir a las reuniones, que es lo que hacíamos entonces antes de entrar en el Rotary: vas conociendo a la gente, lo que hacen y al final siempre estás, que si haces un apoyo con Unicef o un apoyo con Cruz Roja o alguna otra cosa... Me llamó mucho la atención poder hacer cosas con la gente de aquí, cercana. Y no era más que dedicarle un poco de tiempo. A base de acompañarlos, al final dije 'si me aceptan y quieren, me gustaría participar'. Me aceptaron. Después, me ofrecieron algún puesto dentro del Rotary, como el de macero –maestro de ceremonias–.
–¿Es fácil entrar en el Rotary?
–No es difícil entrar, aceptamos a todo el mundo, no hay ideología. Lo único que buscamos es que la gente que entre esté a gusto y nosotros con ellos. Cuando asistes a cuatro, cinco o seis reuniones, ya conoces un poco a todo el mundo y entonces es cuando proponemos, si esa persona quiere, que participe en el Rotary y votamos.
–Justamente acaban de entrar tres personas al club. ¿Cuántos miembros hay ahora mismo? ¿Existe un tope?
–Somos 21. Siempre se pretende que haya gente de todo tipo de profesión. Digamos que el Rotary, como club y como asociación, casi es el primer 'networking' que existió en el mundo. Lo fundan empresarios o profesionales que se reunían para hacer una labor social dentro o relacionada con sus profesiones. Al final, lo que estás viendo es que ellos buscaban que todo aquello que tú conseguías a través de la sociedad lo pudieras devolver ayudando a los que menos tienen. Dentro de Rotary siempre se ayuda a todo el mundo, por lo cual es un espacio donde tú puedes encontrar gente que te pueda ayudar a progresar en tu profesión o a encontrar colaboraciones, pero de todo tipo, desde lo más básico a lo más alto. En el mundo hay un millón cuatrocientos y pico mil Rotarios, hay treinta y cinco mil clubs o más.
–¿Cómo afronta este segundo mandato?
–Con mucha ilusión, en el primero me tocó la pandemia. Aunque se hizo bastante labor y fue muy bien, no te permite lo que es el Rotary, que es estar en contacto con la gente. Este periodo lo afronto con muchas ganas, aparte de seguir con los proyectos que ya comenzó Josechu Cuervas-Mons y que tenemos habitualmente en Oviedo, queremos ampliar un poco la relación con otros países. Hay mucha ayuda internacional y queremos abrir un poco ese campo; por ejemplo, proyectos en África.
–¿Cuál es el proyecto que no desea abandonar en Oviedo?
–El programa de 'Pobreza silenciosa', llevamos varios años con él en colaboración con Alimerka y no queremos dejarlo. Pese a que no nos lo parezca, hay mucha gente alrededor nuestro con muchos problemas. Es un proyecto al que le tengo mucho cariño porque apoyas a mucha gente totalmente anónima pero con verdaderos problemas, gente que nos cruzamos continuamente y que pensamos que no tiene ninguna necesidad.
–¿Cuáles son los valores que identifican a los rotarios?
–La solidaridad, la amistad, la honradez y la sencillez. No preocuparte de que nadie tenga que conocer aquello que haces, sino que desde tu posición puedas apoyar y puedas ayudar sin tener que sacarlo a la luz. Es una parte de esa sencillez, el ser muy honrado contigo y con lo que haces.
–¿Alguna petición a las administraciones?
–Estamos dados de alta ya como una fundación –la Fundación Humanitaria de los Rotarios de España– para poder recibir ayudas que hasta ahora no podíamos. Pedimos que todos los proyectos que hemos hecho nos sirvan como aval. No somos una asociación donde generemos gastos, solamente hacemos aportaciones y ayudas directas. Lo queremos es que nos tengan en cuenta y que nos valoren a la hora de distribuir las ayudas. Que nos admitan no mirándonos como empresarios ni como profesionales, sino como una asociación.
–Siguen peleando contra los estigmas.
–Exactamente. Seguimos un poco estigmatizados porque lo primero que nos dicen es que eres masón. Yo creo que ser masón tampoco es malo; los masones son gremios profesionales, lo que hacen es un trabajo por su profesión. Pero, bueno, que nos digan que somos masones ni me molestan ni me deja de molestar. Yo soy rotario, no soy masón. Pero nos siguen poniendo ahí.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.