Defensa y las empresas cierran el acuerdo para fabricar el blindado 8x8

La que ha sido una ardua negociación y que durante el pasado año se vio peligrar por las dilaciones en las entregas de los prototipos, culmina así satisfactoriamente para Santa Bárbara, que garantiza carga de trabajo para al menos un trienio en su planta de Trubia. En números, la factoría ovetense estima una repercusión en 300 empleos directos. Además, seis empresas de la industria auxiliar del Principado se beneficiarán del contrato. En toda España se estima un impacto directo en 12.000 puestos de trabajo indirectos e inducidos.

No es para menos, es el mayor contrato de armamento firmado por el Ministerio de Defensa en su plan de renovación y modernización. Uno que debería haber comenzado hace lustros para sustituir a los vetustos BMR tras el atentado que sufrieron las tropas españolas destacadas en el Líbano. Fue cuando se puso de manifiesto la obsolescencia de los vehículos del Ejército. Luego llegó la crisis. Mientras Defensa mantenía la anotación contable en los presupuestos año tras año, no fue hasta hace tres meses cuando el Consejo de Ministros aprobó la disposición del gasto. En este 2020, Defensa ya anticipó 30 millones de euros para el programa.

El pasado julio, los demostradores D1 y D2 del 8x8 Dragón finalizaron con éxito las pruebas de tiro sobre el terreno del campo de maniobras de Álvarez de Sotomayor, en Viator (Almería), tripulados por soldados de la Legión. Queda todavía conocer la fecha para la presentación de los tres demostradores que aún faltan de probar y que continúan en la sede de la filial de General Dynamics en Sevilla.

Tras la firma del contrato, Santa Bárbara tendrá un periodo de diez meses para hacer acopio de materiales antes de lanzarse a la producción de las barcazas de los 8x8. Según los plazos estimados para la fabricación, durante el primer trimestre de 2022 las primeras unidades del Dragón estarán ya disponibles para el cliente, el Ejército de Tierra.