El hostelero David González Codón. a. piña

«El AVE va a ser un cambio radical, pero deberemos estar a la altura»

David González Codón | Presidente de la junta local de Otea ·

«La gente viene a vernos por nuestra gastronomía, pero es cierto que se ha descuidado un poco el servicio y el disfrute de hacer de anfitriones»

RAFAEL FRANCÉS

OVIEDO.

Domingo, 7 de agosto 2022, 08:44

David González Codón es el representante de la patronal hostelera Otea en Oviedo. Entusista y «currante», ofrece su visión del sector en la ciudad. La llegada del AVE, considera, será un antes y un después: «Le pese a quien le pese, Oviedo, Asturias y ... el resto del norte, se van a convertir en referentes turísticos de muchísima relevancia». Y si vienen malas, también dice que el sector está preparado: «Hemos demostrado que somos duros y podemos con lo que nos echen; si vienen duras, capearemos como siempre hemos hecho». Respecto a la nueva ordenanza de terrazas, sostiene que «consolida aquello que se demostró positivo» en tiempos de covid y apuesta por evitar el «exceso de celo».

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-Los hoteles parece que no lo han notado, pero los locales de hostelería sí: los turistas han gastado menos. ¿Qué ha pasado?

-Está siendo un verano de contrastes. Está habiendo mucho cliente de fuera, pero notamos que está conteniendo el gasto por la situación de incertidumbre. El cliente local ha optado por los múltiples eventos que se organizan a lo largo de Asturias y eso lo hemos notado en los negocios que no vivimos del turismo.

-¿Hay diferencias entre la hostelería de El Antiguo y del resto? Parece que la primera se concentra el turismo. De hecho, los domingos durante el año y ahora en verano hay bares y restaurantes cerrados fuera del casco histórico.

-Lo que ha cambiado es que ahora tenemos turismo y El Antiguo está de moda. Los centros históricos siempre han sido el kilómetro cero de quien visita una ciudad, y es una excelente noticia que por fin estemos empezando a ser sensibles con la que debería ser la zona más mimada de la ciudad. En El Antiguo debería empezar todo, para los turistas y para los de Oviedo. Y, a partir de ahí, crecer para darle contenido al resto de la ciudad durante el resto del año, buscando descentralizar espacios y tiempos. La Vega o el mundial de quesos en noviembre son excelentes ejemplos de lo que buscamos, pero siempre teniendo claro que todo debe pasar por el Antiguo.

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-¿Puede ser demasiada competencia para el sector de la hostelería la apertura de grandes macrozonas de ocio (Vasco-Nuevo Fontán) para la hostelería actual? ¿Hay mercado en Oviedo para tanto establecimiento y número de mesas?

-Oviedo debe estar preparado para la llegada del AVE, que esperamos marque un antes y un después. Por otro lado, debemos aplaudir que los empresarios estemos convencidos de que vale la pena invertir en Oviedo. Y, por último, deberíamos huir de localismos, quien viene a Asturias lo tiene todo cerca y todos deberíamos trabajar en construir opciones que hagan nuestra región más atractiva, sea en Oviedo, Gijón, Avilés o las alas. Cualquier apertura es una buena noticia.

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-El ocio nocturno ya se centra un poco en el viernes y sobre todo el sábado. Son pocos los que salen a cenar durante la semana, ¿cómo se asume?

-El ocio nocturno necesita respeto y sensibilidad para regularlo de una manera realista. Pongo de ejemplo los aforos, que podrían ser específicos para este subsector. No puede ser que un empresario del ocio nocturno esté hiperregulado mientras está viendo, por ejemplo, en este verano, cómo en los múltiples eventos que se están haciendo no existe ningún tipo de control, ni de aforo, ni de horario, ni de consumo de botellón, ni de control en la venta de alcohol a menores. Eso pasa mientras el ocio nocturno se ahoga. Debemos apostar por un ocio nocturno de calidad, bien regulado con consenso y después castigar a quien no cumpla.

-¿Hay que mejorar el servicio en los establecimientos? Hay quejas en las páginas web. ¿Preocupa o es irrelevante?

-Hay mucha más crítica positiva que negativa. La gente viene a vernos por nuestra gastronomía. Sin embargo, es cierto que se ha descuidado un poco el servicio, de la atención y de disfrutar del papel de hacer de anfitriones. Si queremos caminar hacia la excelencia debemos poner en valor a la sala. A partir de ahí, apuesta clara por la formación, que debería ser por donde pasase todo.

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-¿Usted cree, como piensan algunos, que la llegada del AVE será una panacea como le ha ocurrido a la hostelería de León?

-Sin duda. Le pese a quien le pese, Oviedo, Asturias y el resto del norte de España, se van a convertir en referentes turísticos de muchísima relevancia. Ahora solo hace falta que lo asumamos y trabajemos en lo que queremos ofrecer cuando ese momento llegue. Sin duda, el AVE debería suponer un cambio radical para nuestra comunidad, pero no debemos olvidar que, una vez llegue la gente, el resto de infraestructuras también deben estar a la altura para que la experiencia sea positiva.

-¿Van a presentar alegaciones a la nueva normativa sobre terrazas?

-Claro,pero con ánimo constructivo. El Ayuntamiento ha sido valiente abriendo un melón que nadie quería tocar, y ahora toca trabajar para ver si entre todos conseguimos mejorarla.

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-¿Qué es lo que más le gusta de la normativa y qué es lo que menos le gusta?

-Las terrazas covid ayudaron mucho a la hostelería y se demostró que era posible la convivencia entre todos. Esta ordenanza consolida aquello que se demostró positivo. En el lado contrario, el exceso de celo en El Antiguo, que no atiende a la realidad climática de nuestra ciudad y no nos permite poner opciones viables y de calidad que permita disfrutar de las terrazas en esta zona, incluso en aquellos días en los que llueva. Por otro lado, la realidad de ciertas zonas requiere actuaciones más concretas. Por ejemplo, la Avenida de Galicia es mejorable y, como se anunció, se debe actuar en esa calle para ganar espacio.

-Se espera un otoño frío por la crisis que se anuncia. ¿Cómo se va a afrontar? ¿Medidas concretas? ¿Ideas?

-Hemos demostrado que somos duros y que podemos con lo que nos echen. Si viene otra, la capearemos como siempre hemos hecho: trabajo, tesón, creatividad y muchas ganas de demostrar que una ciudad sin hostelería es una ciudad sin vida. Estaremos a la altura.

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