El 5 de septiembre, la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, vino a Asturias para anunciar, entre otras cosas, la cesión del Hospital Materno-Infantil, Consultas Externas y el Instituto Nacional de Silicosis a la Universidad de Oviedo para reconvertir por fases esos ... 50.000 metros cuadrados en las facultades de Formación del Profesorado y Educación, Ciencias e Ingeniería del Software. La noticia sirvió para despejar de una vez por todas el futuro del antiguo HUCA, pero no para evitar una imagen que excede ya lo recurrente durante todo el último año en las instalaciones de la vieja ciudad sanitaria de la capital. Cuadrillas de saqueadores continúan día y noche desvalijando todo cuanto encuentran. Cable de cobre, ventanas de aluminio, hierro. Ni los cierres metálicos de las terrazas se libran. Martillo en mano, desmontan poco a poco todo lo que pueda tener algún valor al peso (a vender como chatarra) y lo lanzan a la calle desde las propias ventanas de los edificios. Los vecinos no podrían estar más hartos.
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«Nadie parece hacer caso, al menos los políticos de uno y otro lado», advierte a este diario uno de los residentes del edificio junto a Silicosis. «Llevamos meses aguantando ruidos porque los amigos de lo ajeno lo están desmantelando. Se llevan ventanas, puertas, radiadores y esta semana han empezado con las barandillas», denuncia en tanto que tacha de «curioso» que precisamente sea «uno de los que se van a ceder a la Universidad». De los vigilantes, continúa, «no se sabe nada» y «de vez en cuando aparece la Policía Nacional, pero media hora después ya han vuelto al 'tajo'».
Lo peor es que, tal y como adelantó este diario, muchos de los materiales que se están robando son peligrosos o están contaminados y están terminando en chatarrerías de toda la región.
La moción de urgencia presentada por IU-Convocatoria por Oviedo versó sobre el futuro del antiguo HUCA. Gaspar Llamazares felicitó a las administraciones «por los avances» que se han dado con la cesión por parte de la Tesorería General de la Seguridad Social (TSGG) de los antiguos edificios de Maternidad, Consultas Externas y Silicosis, por que la Universidad «haya desarrollado un proyecto de usos» y que el Principado «tenga previsto la demolición de aquellas instalaciones sanitarias que no van a tener utilización o que están irremediablemente deterioradas».
Unos avances que también fueron compartidos por el segundo teniente de alcalde, Nacho Cuesta, aunque la reconversión de los terrenos se le queda coja. Argumentó que «asistimos a actuaciones concretas» relacionadas con algunos edificios, pero «echamos de menos que se encamine un plan de revisión de todo el ámbito». «Seguramente habrá un plan especial porque estamos hablando de unos suelos sanitarios que tendrán que pasar a educativos y hay que definir los aprovechamientos».
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No fue su única crítica. También pidió «actuar ya» en los terrenos. «A todos nos gustaría que fuese más rápida la recuperación de un barrio degradado para convertirlo en un ámbito de oportunidad».
El PSOE, en palabras de Juan Álvarez Areces, resaltó que la reconversión del viejo HUCA junto a la fábrica de La Vega «tienen la potencialidad de ser el legado que dejamos a futuras generaciones». «Compartimos los pasos que se están dando; pero mostramos nuestra preocupación mayúscula cuando todo se hace sin un plan general».
Desde Vox, su portavoz Sonsoles Peralta criticó la tardanza en la puesta en marcha de la comisión entre el gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Oviedo.
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