Luis Ángel Alonso (Trubia, 1957), es natural de la villa cañonera y afronta la labor de alcalde de barrio agradecido por la confianza y tranquilo porque cuenta con «el apoyo total de Alfredo Canteli».
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–¿Qué le parece el regreso de la figura de los ... alcaldes de barrio?
–Creo que es una labor que Canteli tenía en mente ya desde el mandato pasado. Desde mi punto de vista es un buen enlace de la Alcaldía con los barrios. El alcalde de barrio es cercano y el ciudadano le cuenta sus problemas, que a su vez son transmitidos al Ayuntamiento y se agilizan muchas cosas, quizá alguna obra o alguna reforma que antes se tardaba más. A través del alcalde se está mejorando en ese aspecto.
–¿Por qué cree que lo escogieron a usted?
–No lo sé, habría que preguntar a Canteli. Quizá por su confianza en mí, porque soy natural de Trubia, o porque soy del partido.
–¿Cómo afronta esta responsabilidad?
–Bien, más que nada porque tengo el apoyo total de Alfredo Canteli y ese es un factor muy importante. Cualquier problema que haya en el barrio, no tengo ningún problema en hablarlo con él y tengo su apoyo al cien por cien. Eso te ayuda mucho a hacer las cosas.
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–Es alcalde de Las Cuestas, Soto, Godos y Trubia, una zona muy amplia, ¿cómo espera llegar a todos los vecinos?
–Pues sí, veintidós pueblos... Cuento con un compañero que es colaborador de la Alcaldía también y entre los dos los vamos llevando poco a poco. Una vez a la semana vas a un pueblo, otra a otro, nos vamos turnando. Luego nuestro teléfono está abierto para cualquier problema o reclamación que los vecinos nos quieran hacer llegar y poder transmitirla al departamento correspondiente.
–¿Ya le han hecho llegar alguna sugerencia?
–Sí, tenemos en la oficina sugerencias, archivos para obras y reformas para mejoras, no te lo imaginas. Y se ha hecho mucho, pero hay que pensar que empezamos a trabajar en febrero. En Trubia el Ayuntamiento ya asfaltó tres pueblos, se repararon fuentes, se están reparando lavaderos y en Perlín se está reparando una escuela. Se están haciendo bastantes cosas, pero a veces las haces en un pueblo y otros se quedan un poco atrás. La zona rural está muy abandonada y las cosas de palacio, como se suele decir, van un poco despacio.
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–¿Cuál es la principal necesidad?
–Una de las necesidades más urgentes que tenemos pasa por los servicios médicos, pero eso no depende de nosotros sino del Principado. Hay dos médicos, que no cubren las necesidades, por las tardes quedan sin servicio médico, parece ser que el pediatra viene sólo dos o tres horas a la semana. Trubia es la zona más industrial de Oviedo y esta gente queda desamparada, sin servicio médico a partir de las tres de la tarde y una ambulancia de Oviedo a Trubia tarda 20 minutos. Estamos buscando la manera de solucionarlo, pero si el Principado no quiere colaborar, lo tenemos muy difícil.
–¿Cómo es la respuesta del Ayuntamiento a sus peticiones?
–Alfredo pone el apoyo totalmente en nosotros, en todos los alcaldes que ha nombrado. Normalmente viene el concejal de la zona rural, Daniel Tarrio, y lo vemos juntos, se hace el estudio, se pasa al departamento técnico o donde corresponda, los técnicos hacen el estudio y a partir de ahí se ejecuta la obra.
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–La zona rural está reclamando más atención al Consistorio.
–El Ayuntamiento quiere mejorar y solucionar todos los problemas cuanto antes mejor, eso sin lugar a dudas, lo que pasa es que aunque haya quien tiene en la cabeza que 'yo pago los mismos impuestos', está claro que el coste de cualquier obra mínima en una zona rural es mucho mayor que en el centro de Oviedo: por el traslado de maquinaria, porque son caminos estrechos, son obras que están muy abandonadas y esto se tiene que ir haciendo poco a poco. Hay caminos estrechos con casas a los lados. Hablamos que antes pasaba por ahí un seiscientos y ahora los coches son más grandes y ¿que solución hay?, ¿tiras las casas?, ¿haces una carretera nueva? Son estudios muy difíciles, las infraestructuras en la zona rural son complicadas y se están consiguiendo cosas.
–¿Se nota el impulso de la industria en Trubia?
–Sí, Trubia creció mucho con la fábrica de armas, con Química del Nalón, con Industrias Doy y con Rheinmetall. Hay cuatro empresas en Trubia bastante punteras e influye mucho, pero también tenemos problemas de aparcamiento para la gente que baja de la zona rural, porque hay una cantidad de trabajadores y la localidad no tiene suficiente espacio para tanto vehículo. Son cosas que hay que ir intentando subsanar.
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–El Ayuntamiento ya cedió un terreno para utilizarlo de parking.
–Sí, estuvo el Alcalde viendo el terreno y fue él el que dio la orden de habilitarlo para aparcar. Algo ha mejorado, pero es como si tienes un paraguas con seis agujeros y tapas dos; habrás mejorado, pero te sigues mojando.
–¿Y los desbroces?
–Este año, la verdad, se empezó tarde. Además, tuvimos un verano que llovió mucho y la vegetación en Asturias nada más que ve un poco de agua y un poco de sol se desmadra. Pero no fue culpa nuestra, fue porque el contrato con la empresa se retrasó por cuestiones burocráticas, y la verdad es que el alcalde está bastante enfadado, porque a fecha de hoy esto tenía que estar ya desbrozado.
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