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ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Martes, 22 de septiembre 2020, 00:43
Hace exactamente un año, Nando Agüeros se subía a las tablas del escenario grande de la Losa de Renfe para recordar a todos los cántabros que tienen a un asturiano de incógnito en sus filas. Ayer hizo lo propio ante un Auditorio Príncipe Felipe de ... entradas agotadas, un tanto «nervioso», eso sí. «Este concierto es insólito, el primero de la gira de verano tras la pandemia y el último», bromeó con el público, y arrancó con fuerza 'Aún hay vida'.
«Lo más importante es que tenemos que disfrutar de aquellos momentos que ni siquiera la covid nos puede quitar», aseguró el artista cuando los motores ya estaban más que calentados. 'La Santina' fue uno de ellos.
Después llegarían 'Al niño que yo fui' y 'Mi uncía y mi paz' entre la «melancolía» de recordar ese «pueblo donde viví de chaval». 'Agárrate a mí, María' (que le cogió prestada a Urquijo para su nuevo disco, 'Versionando'), gritó con la confianza del que lleva varias décadas de escenario en escenario. Luego también homenajeó a Víctor Manuel con su 'Soy un corazón tendido al sol'.
Con todo, el cántabro tuvo tiempo para 'Volveré' y su himno al 'Cantábrico' antes de un bis que miró, como no podría ser de otra manera, a la tierrina a los ojos con 'El restallar de Asturias' y 'Viento del norte'.
La malagueña Diana Navarro no se hizo esperar demasiado, y entró sobre la sutileza del piano de Iñaki García que la acompañaba con 'Una flor como la mía'. «Oviedo de mi alma», clamó «emocionada», «la tierra de mi tío Pablo a la que vengo a dejarme el alma», admitió, y arengó a los asistentes «por valientes, responsables, solidarios y por saber que la cultura es necesaria».
'Campanera' y 'Mira lo que te has perdío', en andaluz, por supuesto, allanaron el paso para 'Cuando venga el amor', de su último disco, 'Inesperado', que arrancó hasta el último aplauso desde la oscuridad del patio de butacas. «La cultura no solo es segura, es ejemplar», sentenció Navarro.
Mientras un abanico se permitía la licencia de hacer giros imposibles la cantante, en exceso de flamenca, se encargaba de jugar con la tesitura de los que intentaban seguirla. 'El perdón' y 'Deseo comprenderte' comenzaban a marcar el final de la velada. Terminó con 'Sola', nadie permaneció sentado.
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