El convenio de La Vega se firmará el próximo mes y protegerá Santullano con el desvío de los viales

Uno de esos puntos es este. El seis. Compromete la firma del convenio para La Vega, que se rubricará «a lo largo del próximo mes», tras cerrar los «últimos flecos que quedan pendientes» entre el Ayuntamiento, el Principado y el Ministerio de Defensa para convertir este conjunto de 120.000 metros cuadrados -la operación final llegará hasta los 150.0000 al añadir terrenos anexos- en un polo biosanitario, cultural, verde y de viviendas tras diez años sin un uso fijo.

Una situación que se empezó a desbloquear en julio con la firma del protocolo entre las tres administraciones. Ayer, el líder regional insistió en que todas las partes «tienen la misma sintonía» para convertir este espacio en «una oportunidad de futuro para los ovetenses».

No obstante, este acuerdo ha suscitado rechazo entre los miembros de la plataforma Salvemos La Vega así como políticos de diferente color, que les han hecho recapacitar. «Se ha mejorado sustancialmente el protocolo porque estamos atentos a las opiniones críticas», reconoció Barbón.

Uno de los puntos que más conflicto ha levantado es la construcción de mil viviendas, algo que revertirá en las arcas del Ministerio de Defensa. Irán acompañadas de su respectivo trastero y garaje junto a un aparcamiento para cuatrocientas plazas. La intención en un primer momento era que todas se levantaran dentro de La Vega, pero durante las negociaciones Defensa se ha mostrado abierto a dispersarlas por otras partes de la ciudad. De esta forma se salvan los chalés de oficiales, que ofrecerán para su reutilización a entidades del tercer sector.

Lo que se mantiene es el objetivo de alejar la autopista para, según Barbón, «salvaguardar el prerrománico» mediante la construcción por parte del Ayuntamiento de un nuevo vial de acceso a la ciudad por dentro de La Vega -que no será el barajado que atravesaba la nave de cañones, sino que la bordeará- y que una parte de los terrenos se dediquen a la innovación para retener talento y atraer población ante el continuo descenso.

Esta misma semana, el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, en compañía de los máximos representantes de la Cámara de Comercio de Oviedo visitó la ciudad lionesa de Saint-Étienne, que ha convertido su antigua factoría de armamento militar en un centro para la innovación y la empresa centrado en el sector del diseño. Una experiencia donde el representante regional «volvió impresionado por el potencial que hay», según el líder regional.

La intención de la entidad cameral es replicar esta reconversión. Por esta razón su líder, Carlos Paniceres, ha instado al Principado a preparar ya toda la documentación para optar a dos millones de fondos europeos a través de la Fundación Incyde. Una cantidad que se podrá ver aumentada a lo largo de los próximos años para establecer allí un polo de biosanitario y de inteligencia artificial.

Pero ninguna obra arrancará hasta el resultado de las catas arqueológicas en busca de antiguos restos. Tanto Defensa como el Ayuntamiento ya han avanzado que este paso se pospondrá a la firma del convenio. Lo costeará la administración local, que ya ha iniciado los estudios previos.

A través de un contrato menor valorado 17.545 euros (de los que 3.045 son de IVA), ha confiado al grupo Arqueos de la Universidad de Oviedo, liderado por el catedrático de Arqueología José Avelino Gutiérrez, el análisis para determinar los lugares, el coste y cómo acometer estos estudios arqueológicos que deberán obtener el visto bueno de la consejería dirigida por Berta Piñán y el Ministerio de Cultura.