El Consistorio aspira a convertir el Campo en un punto turístico bajo la marca 'Parques de Oviedo'

Para el próximo año, el proyecto ya cuenta con consignación presupuestaria, vía asistencia técnica, y desde la Concejalía de Parques y Jardines se busca elaborar un calendario de visitas atractivo. Los interesados en conocer los recorridos del Campo, sus estatuas, sus elementos patrimoniales, su historia o su botánica, en definitiva, tendrán varias fechas disponibles en San Mateo, Navidad, Semana Santa y alguna más disponible en los «meses centrales del año», confirma el concejal responsable de Parques y Jardines, el popular Gerardo Antuña.

«La marca 'Parques de Oviedo' nace tras una experiencia el pasado septiembre coincidiendo con San Mateo que fue muy exitosa por las visitas que tuvimos al Naranco y a La Manjoya», explica el edil acerca de las rutas por el patrimonio industrial que alberga el viejo bosque donde operó la fábrica de explosivos o los neveros y búnkeres de la guerra civil que se conservan en el monte. «La pandemia nos truncó la posibilidad de extender las actividades esta Navidad, pero el proyecto sigue adelante incluyendo el Campo de San Francisco y todo su potencial patrimonial, así como otros espacios como el parque Pura Tomás más centrado en su interés botánico y zoológico», sostiene Antuña.

La idea es incorporar las zonas verdes del municipio al acervo cultural. Incorporar «ya sean vestigios militares, industriales como en el caso de La Manjoya o históricos en el caso de el Campo» a la marca 'Parques de Oviedo', para incentivar su uso ciudadano y atraer a posibles visitantes. «La muestra piloto salió muy bien en 2020 y esperamos desarrollarla con su pleno potencial en 2021», añade Antuña sin deslucir a sus compañeros de gobierno: «La idea surge en conjunto con la Concejalía de Turismo, que dirige Alfredo García Quintana».

Tras el encendido de las fuentes del Campo, el edil de Parques y Jardines no cambia el discurso y reitera que los planes de mejora en esta zona siguen su curso y sus fases diferentes. Desde las obras urgentes al planeamiento urbanístico.

Por un lado, espera que en las dos últimas juntas de gobierno que restan para cerrar el año se cierre la contratación tanto del nuevo cierre perimetral del estanque de los patos, como la de la nueva señalética que identificará los elementos del parque para los usuarios.

El perímetro del estanque será inminente, con una actuación que no se demorará más de mes y medio y que se concretará con un forjado que cuente con elementos decorativos emulando el escudo del Ayuntamiento. En cuanto a la señalética, Antuña también calcula plazos similares.

Respecto a la polémica suscitada por 'Iniciativa pol Asturianu' acerca de la necesidad de instalar la nueva señalética en carteles en castellano y asturiano, el concejal no se cierra a ello pero recuerda el largo trámite que ha tenido que sufrir la actuación para ser aprobada por la Consejería de Cultura del Principado. «Es un contrato estancado desde 2018 que hemos sacado adelante, todo el mundo tiene derecho a aportar y opinar en ese sentido», añade acerca de unas nuevas señales que se esperan estrenar en los primeros seis meses del próximo año.

Indicadores, cierres, alcorques, visitas guiadas... ¿Qué más le falta al Campo? «Desde el servicio se está trabajando en la retirada inmediata del 'aguaducho' para poder licitar de cara a la próxima primavera la nueva instalación», sostiene. «Tendrá que ser y estar adecuado a la imagen que el equipo de gobierno quiere para el Campo», agrega Antuña. A la vez que se concretan las actuaciones, el plan director que regulará las relaciones con la consejería quema etapas. La concejalía espera tenerlo listo en las próximas semanas. «Tienen que ser una herramienta útil que nos permita actuar en el Campo con facilidad», explica el edil.

Un documento que tendrá que encajar otras de las pretensiones del equipo de gobierno: instalar un restaurante vía concesión en el actual edificio del Pavo Real. «Sería una dotación como otras muchas que hay en parques de igual entidad en otras ciudades», se defiende el edil consciente de la polémica que suscita. Un equipamiento que, sostiene, «puede generar una nueva dinámica aparejada al 'aguaducho'».

Todo lo anterior con la sombra que proyecta el kisoko del Bombé y su obra inconclusa. «Esperamos revertir también la situación tras tres licitaciones», confía Antuña.

Todo lo anterior porque las fuentes del Campo eran ayer un hervidero de ovetenses deseosos de verlas de nuevo en todo su esplendor. Baldomero Fernández, jubilado de la fábrica de armas de Trubia, agradece el reciente encendido de las fuentes pero mira con recelo al kiosko de la música: «Es buena cosa pero aquello de allá, que creo que tienen problemas, más les valdría arreglarlo». Junto a la de las Ranas, abuelos y nietos se sacan fotos. «¡Por fin!», exclama Cristina Madiedo. «Daba mucha pena estando apagada, con la de veces que veníamos de niños aquí», recuerda.

Aurora Carbajo acoge estos días a parientes llegados desde Zaragoza. «Hemos venido a hacer la ruta de las fuentes, creo que son cuatro las que han encendido», advierte demostrando que la idea de dotar de personalidad turística al Campo no va mal desencaminada. Lo mismo hace José Manuel Álvarez con su mujer: «Teníamos ganas de verlas así». «Está hermoso, a los niños les encanta», resume Adrián Mendoza. Todo un éxito.