«Si nos consiguen los terrenos, hago el acceso al zoo», replica Ana Rivas

«Cada año son más las visitas que recibimos (en 2017, unas veinte mil, cinco mil más que en 2016) y eso multiplica el acceso rodado. La única manera de llegar al zoo es a través de una caleya estrecha que no tiene apartaderos más que los que hay en las casas de los seis vecinos del pueblo», comentó Rubio. Además, no dudó en decir que «no existe voluntad política» y que «somos la única actividad de este tipo de la ciudad, un verdadero reclamo turístico que atrae a gente de todos los lugares de la región, del país y del mundo».

Por su parte, Ana Rivas, concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos, afirmó en declaraciones a este diario que «ellos son los que deberían hablar con los vecinos, ya que son los que no quieren», y añadió que «si nos consiguen los terrenos, perfecto, yo se lo hago».

No obstante, El Bosque aún tiene varios frentes abiertos: el sustento y de las nuevas inquilinas del zoo, 'Diana' y 'Zita', y la necesidad de proteger la zona en la que se encuentran con cristales blindados. «Ya hemos recaudado un poco más de la mitad de lo que habíamos solicitado en el 'crowdfunding' (9.000 euros) para las tigresas, pero aún no hay avances en cuanto a los cristales. Son muy caros».