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SUSANA NEIRA
OVIEDO.
Jueves, 1 de septiembre 2022, 01:42
Tres años de cárcel por dos delitos de abuso sexual y la prohibición de acercarse a las dos víctimas a menos de trescientos metros durante cinco años, así como indemnizar a cada una de ellas con mil euros. Esta es la pena que ha impuesto la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 al acosador de Teatinos y Ventanielles, con el que dos jóvenes tuvieron la mala fortuna de encontrarse el pasado abril. El hombre, de 34 años y en prisión desde su detención en el citado mes, deberá cumplir entre rejas la condena.
La Fiscalía había solicitado inicialmente para el acusado seis años de cárcel, rebajando la petición a los tres años a los que ha sido condenado al añadir que «es consumidor de drogas estupefacientes, en concreto mdma, y que el momento de los hechos había consumido». Es decir, se ha tenido en cuenta la atenuando de drogadicción y la agravante de reincidencia.
Prisión Ingresó tras su detención, en abril, y deberá cumplir tres años de cárcel.
9 de abril Dentro de un autobús urbano, tocó a una joven en la pierna derecha y la deslizó hasta sus genitales y le rozó los glúteos.
10 de abril Se restregó contra otra víctima mientras tenía la cremallera del pantalón bajada y se tocaba los geniales.
Los hechos, según refleja la sentencia, se remontan a las cuatro menos cuarto de la tarde del pasado 9 de abril. El acusado, mayor de edad y con antecedentes al haber cometido otro delito de abusos sexuales en 2017, viajaba en la parte trasera de un autobús del servicio urbano, en la línea que une La Monxina con Las Campas. En eso momento se subió una joven, que se sentó en los asientos del medio. El acusado se levantó y se aproximó. «Mientras ella miraba su teléfono móvil, puso la mano sobre su pierna derecha y la deslizó hasta sus genitales». Según continúa el fallo judicial, «luego le rozó los glúteos, todo ello por encima de la ropa». La víctima le dio un empujón y lo apartó. Como consecuencia, el conductor paró el autobús y expulsó al acusado en la parada de Ángel Cañedo.
Al día siguiente volvió a las andadas. Una joven se encontraba mirando su teléfono móvil en la calle Puerto Pontón cuando este «le echó el aliento en la nuca y se restregó contra ella mientras tenía la cremallera del pantalón bajada y con una de las manos por dentro se tocaba los genitales». La chica le dijo «qué coño haces» y huyó corriendo, mientras este la perseguía preguntándole su nombre.
Además de la citada pena de cárcel y la prohibición de acercarse o comunicarse con ellas durante los próximos cinco años, estará en libertad vigilada durante ese lustro y tendrá prohibido trabajar o realizar actividades con menores durante diez años. La sentencia es firme y no cabe recurso.
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