Comunicado de la familia ante la defunción del artista Juan Falcón

Jueves, 26 de marzo 2020, 10:56

«Juan Falcón (1959-2020) desarrolló su carrera artística en torno a la pintura, la escultura y la escenografía teatral. Nacido en Bárzana (Quirós) pronto destaca en el ejercicio del dibujo y modelado. Con el traslado de su familia a Oviedo y los primeros años ... escolares en el Orfanato Minero de la ciudad, los profesores ven en él una luz, bajo su amparo y aliento no tarda en presentarse al Premio Corberó de Artes Plásticas, que gana en Barcelona por unanimidad. Es el espaldarazo para que su carrera se torne internacional: primeros viajes a París, bajo el meritoriaje y amparo de pintor Eduardo Arroyo, en unos primeros años, y del italiano Valerio Adami, casi por la misma época. Habita una diminuta «chambre de bonne» en la vivienda y estudio del primero y se convierte en una esponja de los ambientes intelectuales y artísticos de la ciudad.

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Su pintura pronto adquiere el eco de un surrealismo figurativo, muy expresionista, con gran velocidad y protagonismo de ambientes musicales y nocturnos. Mediados los ochenta es fecha decisiva, trata a la familia Joan Miró quienes le sufragan un viaje crucial a Roma y cuya amistad con la hija del pintor, Maria Dolors Miró Juncosa, duraría hasta el fallecimiento de esta. Oviedo es siempre en el tiempo punto de partida, estancia o llegada. Nuevos laborales a El Ejido (Almería), Granada, Madrid y localidades españolas se suceden en el tiempo. Expone en Oviedo de la mano de Josefina Cimentada y Marta Llames, esta última le presenta a José Agustín Goytisolo, quien queda muy sorprendido por su mundo propio, heterodoxia manifiesta y rebeldía sin posible doma a la que dedica intensas páginas. La venta directa o en la calle, sin intermediarios manifiestos, constituye su modo de vida por décadas enteras.

La obra pública (especialmente escultórica: Senda del Oso asturiana, trabajos sucesivos para la Consejería de Cultura y Sanidad del Principado de Asturias, otros trabajos para El Ejido bajo el mecenazgo de la familia Escobar y numerosos arquitectos) se trenza con la obra pictórica, jamás abandonada, que llega a copar las paredes de numerosos hoteles (Clarín, Ciudad de Oviedo, etc) y con escaso pero fiel nómina de coleccionistas. Bohemio irredento, jamás se sujetó a techo fijo ni orden que él mismo no eligiera, donde el hambre de pintura y calle fueron a la par, siempre en el terreno ardiente de las primeras vanguardias del siglo XX como motivo: cubismo, surrealismo, pintura onírica, rechazo de cualquier concepción meramente realista o plana. Pintor asturiano por encima de todo, fue amigo del folclore con motivos sobre gallos, sidras o aldeanos en fiestas populares, sin la menor colisión con todo lo anterior. Escasas pero no menos decisivas fueron sus incursiones en revistas poéticas (la italiana «Alta Forte» o la alemana «Park zeitschrift»), escenografias teatrales (gracias al pianista y compositor francés Alain Planes o el escenógrafo rumano Ilie Valea) y noches poéticas parisinas en diversos cafés cantantes (con Fabrice Gravo).

Entre diez y veinte años menor que la generación de Carlos Sierra, José Legazpi o Fernando Alba, Juan Falcón destacó por ser un artista sin quiebros ni titubeos en su incendiaria vocación, donde a épocas de gran producción sucedían escasas sequías temporales, siempre pincel y óleo como sucintos modos de vida. Buena suma y balance de su obra se encuentra en la tesina de Licenciatura de su sobrina Lucía Falcón, galerista y actual concejal socialista del Ayuntamiento de Oviedo, en el texto: «Obra pictórica y escultórica del artista Juan Falcón» (2007). Falleció en el Hospital Monte Naranco de Oviedo tras una larga enfermedad y cuyo agradecimiento quisiera hacer púbico su familia debido al inmejorable trato recibido en estos críticos momentos de grave crisis sanitaria mundial.»

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